Espacio urbano ante la vulnerabilidad física y económica de los territorios costeros
COSTA RICA
Estudiantes:
Karolay de Jesus Salazar Delgado
Universidad LCI Veritas
COSTA RICA
Estudiantes:
Karolay de Jesus Salazar Delgado
Universidad LCI Veritas
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 85 000 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Estero de Puntarenas, Costa Rica
UBICACIÓN DE PROYECTO: Estero de Puntarenas, Costa Rica
El proyecto nace del concepto del manglar en un ecosistema urbano, que busca replantear la relación de borde entre lo construido y lo natural, minimizar el impacto de las inundaciones por el aumento del nivel del mar, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y ser un dinamizador de la economía local en la ciudad de Puntarenas.
La estructura económica de las zonas costeras depende esencialmente de los recursos naturales de los que disponen, debido a la crisis climática actual estos recursos y por lo tanto los encadenamientos productivos de estas zonas se ven gravemente afectados.
La disminución de especies de pesca pone en riesgo la salud alimentaria de las familias y se reducen sus ingresos obtenidos por la venta de los productos, lo que en general afecta la calidad de vida de los habitantes. Además, la degradación del espacio y la infraestructura urbana, que se inunda constantemente, trae consecuencias como la decadencia del atractor turístico, afectando al sector comercial, de hospedaje y alquiler de servicios.
El proyecto consiste en un plan maestro a lo largo del borde del Estero de Puntarenas, lugar con menor profundidad en la zona, lo que lo convierte en el territorio más vulnerable. Su diseño se realizó a partir de 4 pautas: demolición de estructuras en alto riesgo, re-ubicación de estos habitantes cerca del Estero para no romper su dinámica y codependencia con la actividad pesquera. La reprogramación de borde urbano para mejorar la economía local y el atractor turístico y por último la resiliencia urbana ante el aumento del nivel mar por medio de la reforestación de mangle, jardines de lluvia, zonas “esponja” y adaptación de las estructuras a futuras inundaciones.
La zona en la que se desarrolló el diseño final consiste en intervenir y proteger el edificio patrimonial del Mercado Municipal. Se propone devolver el diseño original a sus fachadas principales, restaurar su estructura original de madera y rehabilitar sus monitores para iluminación y ventilación natural. Se replantean los accesos para poder elevar su nivel de piso con un suelo falso, colocado sobre pilotes que les permite a sus comerciantes mantener sus productos a salvo del agua y finalmente habilitar su zona posterior como un mercado gastronómico con vista y acceso al Estero, muelles y una zona de anfiteatro, rodeado de senderos y anillos de reforestación de mangle, para la restauración del hábitat marino, el control de la sedimentación de los suelos y la protección del borde costero.
La estructura económica de las zonas costeras depende esencialmente de los recursos naturales de los que disponen, debido a la crisis climática actual estos recursos y por lo tanto los encadenamientos productivos de estas zonas se ven gravemente afectados.
La disminución de especies de pesca pone en riesgo la salud alimentaria de las familias y se reducen sus ingresos obtenidos por la venta de los productos, lo que en general afecta la calidad de vida de los habitantes. Además, la degradación del espacio y la infraestructura urbana, que se inunda constantemente, trae consecuencias como la decadencia del atractor turístico, afectando al sector comercial, de hospedaje y alquiler de servicios.
El proyecto consiste en un plan maestro a lo largo del borde del Estero de Puntarenas, lugar con menor profundidad en la zona, lo que lo convierte en el territorio más vulnerable. Su diseño se realizó a partir de 4 pautas: demolición de estructuras en alto riesgo, re-ubicación de estos habitantes cerca del Estero para no romper su dinámica y codependencia con la actividad pesquera. La reprogramación de borde urbano para mejorar la economía local y el atractor turístico y por último la resiliencia urbana ante el aumento del nivel mar por medio de la reforestación de mangle, jardines de lluvia, zonas “esponja” y adaptación de las estructuras a futuras inundaciones.
La zona en la que se desarrolló el diseño final consiste en intervenir y proteger el edificio patrimonial del Mercado Municipal. Se propone devolver el diseño original a sus fachadas principales, restaurar su estructura original de madera y rehabilitar sus monitores para iluminación y ventilación natural. Se replantean los accesos para poder elevar su nivel de piso con un suelo falso, colocado sobre pilotes que les permite a sus comerciantes mantener sus productos a salvo del agua y finalmente habilitar su zona posterior como un mercado gastronómico con vista y acceso al Estero, muelles y una zona de anfiteatro, rodeado de senderos y anillos de reforestación de mangle, para la restauración del hábitat marino, el control de la sedimentación de los suelos y la protección del borde costero.