Parque Ecológico Kawilal
COSTA RICA y GUATEMALA
Arq. Alberto Negrini Vargas, Arq. Pamela Molina Madrigal, Arq. Jorge Villatoro Linares, Arq. Hans Schwarz Bassila, Arq. William Cuc Sosof
COSTA RICA y GUATEMALA
Arq. Alberto Negrini Vargas, Arq. Pamela Molina Madrigal, Arq. Jorge Villatoro Linares, Arq. Hans Schwarz Bassila, Arq. William Cuc Sosof
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Alberto Negrini Vargas, Arq. Pamela Molina Madrigal, Arq. Jorge Villatoro Linares, Arq. Hans Schwarz Bassila, Arq. William Cuc Sosof
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 58 000 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Amatitlán, Guatemala, Guatemala
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 58 000 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Amatitlán, Guatemala, Guatemala
El Parque se encuentra ubicado en un lugar privilegiado por su naturaleza volcánica y los paisajes alrededor, donde la presencia del lago de Amatitlán predomina por su belleza natural y su potencial de desarrollo.
El reto de diseñar en medio de esta privilegiada geografía nos llevó a valorar la naturaleza del lugar y a hacer una propuesta que invita a “volcarse al interior del proyecto” una invitación a despertar los sentidos en un recorrido que fluye con el paisaje provocando pausas espaciales para la contemplación, la convivencia, el encuentro, el juego y la meditación.
La arquitectura propuesta es sutil y respetuosa, apenas tocando el terreno y reconociendo las curvas, los declives y las perspectivas del lugar. El diseño integra la naturaleza rescatando las especies nativas y conformando una paleta de colores que tiende a los lilas y morados propios de las jacarandas y las lavandas.
La naturaleza volcánica del lugar tiene una enorme presencia al punto de convertirse en protagonista de uno de los espacios más singulares del parque, donde la salida del vapor del volcán se transforma en el “jardín de la neblina”.
El diseño de las estructuras arquitectónicas dentro del parque, adquieren un carácter escultural para combinarse con el entorno como marco para el paisaje y como escenario para fotos memorables.
El recorrido sensorial que nos acompaña desde el ingreso hasta el final del recorrido, rinde honor al predominante lago de Amatitlán
El reto de diseñar en medio de esta privilegiada geografía nos llevó a valorar la naturaleza del lugar y a hacer una propuesta que invita a “volcarse al interior del proyecto” una invitación a despertar los sentidos en un recorrido que fluye con el paisaje provocando pausas espaciales para la contemplación, la convivencia, el encuentro, el juego y la meditación.
La arquitectura propuesta es sutil y respetuosa, apenas tocando el terreno y reconociendo las curvas, los declives y las perspectivas del lugar. El diseño integra la naturaleza rescatando las especies nativas y conformando una paleta de colores que tiende a los lilas y morados propios de las jacarandas y las lavandas.
La naturaleza volcánica del lugar tiene una enorme presencia al punto de convertirse en protagonista de uno de los espacios más singulares del parque, donde la salida del vapor del volcán se transforma en el “jardín de la neblina”.
El diseño de las estructuras arquitectónicas dentro del parque, adquieren un carácter escultural para combinarse con el entorno como marco para el paisaje y como escenario para fotos memorables.
El recorrido sensorial que nos acompaña desde el ingreso hasta el final del recorrido, rinde honor al predominante lago de Amatitlán