Beachways Mar
COSTA RICA
Arq. Rhina Alexandra Portillo López, Arq. Matthías Urschler Carvajal, Arq. Eduardo Gutiérrez Monge, Arq. Alisson Céspedes
COSTA RICA
Arq. Rhina Alexandra Portillo López, Arq. Matthías Urschler Carvajal, Arq. Eduardo Gutiérrez Monge, Arq. Alisson Céspedes
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Rhina Alexandra Portillo López, Arq. Matthías Urschler Carvajal, Arq. Eduardo Gutiérrez Monge, Arq. Alisson Céspedes
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Eduardo Gutiérrez Carvajal
DISEÑO ESTRUCTURAL: Ing. Evelyn Chaverri Rodríguez
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Pedro Barrantes Murillo
DISEÑO MECÁNICO: Ing. Andrés Camacho Rodríguez
EMPRESA CONSTRUCTORA: Proyecta MPM Mil Sociedad Anónima
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 6 615 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Mal País, Cóbano, Puntarenas
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Eduardo Gutiérrez Carvajal
DISEÑO ESTRUCTURAL: Ing. Evelyn Chaverri Rodríguez
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Pedro Barrantes Murillo
DISEÑO MECÁNICO: Ing. Andrés Camacho Rodríguez
EMPRESA CONSTRUCTORA: Proyecta MPM Mil Sociedad Anónima
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 6 615 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Mal País, Cóbano, Puntarenas
En la encrucijada entre la innovación arquitectónica y la preservación ambiental, nos encontramos con un desafío inspirador. Los propietarios, arraigados en Europa, anhelaban mantener la esencia de su refugio costarricense incluso en su ausencia prolongada. Su visión trascendía la mera estética: ansiaban una residencia que no solo perdurara en su belleza con el paso de los años, sino que también se convirtiera en un testimonio vivo de su compromiso con la sostenibilidad y el diseño consciente.
En respuesta a esta noble aspiración, colaboramos estrechamente con los propietarios para trazar un plan que fusionara la elegancia atemporal con la responsabilidad ambiental. La elección de una fachada de madera carbonizada emergió como una elección emblemática de esta filosofía. Más allá de su excepcional resistencia contra los elementos y los insectos, este proceso refleja un profundo respeto por los recursos naturales al mismo tiempo que otorga una estética única, donde los signos del tiempo se desvanecen discretamente en la profundidad del color oscuro.
En la concepción de la fachada, contemplamos con reverencia la ardiente luz solar de Mal País. Estratégicamente, enraizamos vegetación frente a las ventanas en balcones y terrazas, no solo como escudos protectores contra el resplandor del sol, sino también como oasis verdes que abrazan la esencia tropical del entorno. Este gesto no solo fortalece la conexión con la naturaleza, sino que también infunde frescura visual y tranquilidad.
Al traspasar el umbral hacia el interior, se despliega una sinfonía de tonalidades meticulosamente orquestada. Con una paleta de colores inversa, contrastamos los oscuros de la fachada de madera carbonizada con blancos puros y cremas, iluminando cada espacio con una calidez luminosa. Este juego de contrastes, donde la modernidad se abraza a la tradición tropical, cautiva y sorprende a cada visitante, revelando una narrativa única de armonía entre el diseño y la naturaleza.
Cada detalle de este proyecto no sólo testimonia nuestra dedicación al diseño excepcional, sino que también celebra nuestra profunda convicción en la responsabilidad ambiental. Más que una simple estructura, esta residencia se erige como un faro de inspiración, donde el diseño y la sostenibilidad convergen en perfecta armonía, trascendiendo el tiempo y nutriendo el alma.
En respuesta a esta noble aspiración, colaboramos estrechamente con los propietarios para trazar un plan que fusionara la elegancia atemporal con la responsabilidad ambiental. La elección de una fachada de madera carbonizada emergió como una elección emblemática de esta filosofía. Más allá de su excepcional resistencia contra los elementos y los insectos, este proceso refleja un profundo respeto por los recursos naturales al mismo tiempo que otorga una estética única, donde los signos del tiempo se desvanecen discretamente en la profundidad del color oscuro.
En la concepción de la fachada, contemplamos con reverencia la ardiente luz solar de Mal País. Estratégicamente, enraizamos vegetación frente a las ventanas en balcones y terrazas, no solo como escudos protectores contra el resplandor del sol, sino también como oasis verdes que abrazan la esencia tropical del entorno. Este gesto no solo fortalece la conexión con la naturaleza, sino que también infunde frescura visual y tranquilidad.
Al traspasar el umbral hacia el interior, se despliega una sinfonía de tonalidades meticulosamente orquestada. Con una paleta de colores inversa, contrastamos los oscuros de la fachada de madera carbonizada con blancos puros y cremas, iluminando cada espacio con una calidez luminosa. Este juego de contrastes, donde la modernidad se abraza a la tradición tropical, cautiva y sorprende a cada visitante, revelando una narrativa única de armonía entre el diseño y la naturaleza.
Cada detalle de este proyecto no sólo testimonia nuestra dedicación al diseño excepcional, sino que también celebra nuestra profunda convicción en la responsabilidad ambiental. Más que una simple estructura, esta residencia se erige como un faro de inspiración, donde el diseño y la sostenibilidad convergen en perfecta armonía, trascendiendo el tiempo y nutriendo el alma.