Edificio Nueva Solera
COSTA RICA
Estudiante: José Pablo Araya Sibaja
Universidad Internacional de las Américas
COSTA RICA
Estudiante: José Pablo Araya Sibaja
Universidad Internacional de las Américas
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 6 776,90 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: La Merced, San José, Costa Rica
UBICACIÓN DE PROYECTO: La Merced, San José, Costa Rica
INTRODUCCIÓN
San José ha demostrado a través del tiempo su potencial de desarrollo como ciudad, sin embargo, carece de un marco de políticas urbanas adecuadas que funcionen como piedra roseta en pro de la construcción de una identidad y legibilidad a nivel urbano.
Esta ausencia trae como consecuencia un incorrecto e indiscriminado trato hacia edificios antiguos, poniendo en un segundo plano el valor histórico que representa, otrora de una San José y las dinámicas sociales que impulsaron su crecimiento.
Tomando esto como punto de inflexión sobre la responsabilidad que tiene el arquitecto de diseñar, en búsqueda de una urbe para el ciudadano, donde el inmueble promueva una simbiosis entre los elementos que construyen una ciudad exitosa: comercio, ocio, movilidad y habitar. Con base en los factores antes mencionados, se ha enfocado la propuesta en un edificio de uso mixto como objeto articulador y proveedor, dentro de una concepción creada desde la imagen.
ANTECEDENTES Y CONTEXTO
El proyecto Nueva Solera se desarrolla en el distrito de Merced, en el cantón de San José, y es uno de los cuatro distritos centrales que conforman el casco original de la ciudad. Está conformado por antiguos barrios centrales como Barrio México, Pitahaya, Coca Cola, Bajos de la Unión, Claret, Las Luisas, Rincón de Cubillos y principalmente el Paso de la Vaca donde se encuentra la zona a intervenir.
En el distrito de Merced podemos encontrar edificaciones de relevancia histórica, económica y cultural, tales como el edificio del Correo, el Museo de los Niños (antigua Penitenciaría), la antigua Botica Solera, Banco Central de Costa Rica, Banco Nacional, entre otros, y zonas de mercados como el Mercado Central y Mercado Borbón.
El edificio de la antigua Botica Solera, cuenta con un diseño inspirado en el edificio Flatiron en Manhattan, Nueva York. La fachada sur del edificio colinda la zona de intervención, mismo que jugó un papel crucial en el proceso de diseño del nuevo proyecto, desde sus años de apogeo comercial, su período de decadencia y su auge como patrimonio arquitectónico y cultural por medio del proyecto Centro Multicultural Botica Solera.
La Dirección de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de San José en su Ficha de Información Distrital 2022, expone la situación actual del distrito la Merced, el cual cuenta con un porcentaje bajo de metros cuadrados por habitante de áreas de uso público, con respecto al cantón, 8m² por habitante, mientras el cantón tiene 13m² de áreas de uso público por habitante. Esta escasez de espacios públicos se puede ver reflejado en los índices de seguridad que apuntan a un incremento en la inseguridad, principalmente, por robo. Esta situación requiere de una implementación en la cantidad y calidad de espacios públicos, y el compromiso de los desarrollos privados en la generación de ciudad.
SOLUCIÓN
El edificio se compone de tres volúmenes, donde el volumen norte, colindante con la antigua Botica Solera, en sus siete plantas contiene un programa de actividades basado en el comercio terciario, principalmente oficinas, con algunas sodas y cafeterías. El volumen sur, que colinda con la terminal de buses 710, ofrece un programa de uso mixto, siendo comercial hasta el séptimo piso y habitacional hasta el decimosexto piso. Por último, el volumen central encargado de organizar el flujo de usuarios hacia el edificio y extender las zonas públicas.
Canopy urbano.
En el proceso de análisis del lugar se identifica una problemática de seguridad peatonal a causa de la intersección de 4 flujos vehiculares entre calles y avenidas que amenazan el desplazamiento de usuarios, principalmente de norte a sur. Por este motivo se decide implementar una pasarela aérea que conecte la zona conflictiva con el proyecto, que luego con la intención de extender los beneficios de esta pasarela se desarrolla otra hacia el sur sobre la terminal de buses 710. Estas pasarelas se conectan con el edificio en plantas diferentes lo que propicia una mejor circulación de usuarios dentro del proyecto.
Planta libre y espacio público.
El proyecto se traza en planta libre, con una configuración estructural de muros de corte y columnas que permiten la liberación del espacio. Conceptualmente la primera planta se comporta como una plaza con la intención de ofrecer la totalidad del terreno como espacio público, exceptuando las zonas de servicios. Un espacio polifuncional con la capacidad de albergar diferentes actividades de manera simultánea.
Anomalía.
Con la intención de generar una disrupción plástica y en el proyecto se genera un volumen perforado que se apoya en ambos bloques, suspendido en el aire. Este módulo "flotante" cumple varias funciones vitales, como envolvente de la circulación vertical, en específico las escaleras, que cuenta con una escala urbana y articula los bloques principales, norte y sur. Además, recibe las ya mencionadas pasarelas aéreas.
El módulo se apoya sobre el cuarto piso y se extiende hasta el undécimo, una vez que inician las unidades habitacionales las escaleras dan lugar a rampas y zonas de descanso públicas con vistas a la ciudad que coexisten con los espacios privados.
CONCLUSIÓN
Para satisfacción de la propuesta presentada, se logra generar un edificio que se abre con versatilidad para albergar, proteger y ofrecer espacios que se diluyen con la urbe, los elementos colindantes, la calle, la escala y el ciudadano. Al permitir la experiencia de poder mirar con mayor permeabilidad genera un sentido de seguridad, pertenencia e interés, así como la interacción del usuario-inmueble.
La interconexión que promueve El Canopy urbano, consigue integrar al transeúnte con los espacios, ofreciendo una experiencia más humana y siendo muestra de el cómo la arquitectura puede ofrecer espacio público sin dejar a un lado al conjunto de dinámicas que en ellas se dan diariamente.
San José ha demostrado a través del tiempo su potencial de desarrollo como ciudad, sin embargo, carece de un marco de políticas urbanas adecuadas que funcionen como piedra roseta en pro de la construcción de una identidad y legibilidad a nivel urbano.
Esta ausencia trae como consecuencia un incorrecto e indiscriminado trato hacia edificios antiguos, poniendo en un segundo plano el valor histórico que representa, otrora de una San José y las dinámicas sociales que impulsaron su crecimiento.
Tomando esto como punto de inflexión sobre la responsabilidad que tiene el arquitecto de diseñar, en búsqueda de una urbe para el ciudadano, donde el inmueble promueva una simbiosis entre los elementos que construyen una ciudad exitosa: comercio, ocio, movilidad y habitar. Con base en los factores antes mencionados, se ha enfocado la propuesta en un edificio de uso mixto como objeto articulador y proveedor, dentro de una concepción creada desde la imagen.
ANTECEDENTES Y CONTEXTO
El proyecto Nueva Solera se desarrolla en el distrito de Merced, en el cantón de San José, y es uno de los cuatro distritos centrales que conforman el casco original de la ciudad. Está conformado por antiguos barrios centrales como Barrio México, Pitahaya, Coca Cola, Bajos de la Unión, Claret, Las Luisas, Rincón de Cubillos y principalmente el Paso de la Vaca donde se encuentra la zona a intervenir.
En el distrito de Merced podemos encontrar edificaciones de relevancia histórica, económica y cultural, tales como el edificio del Correo, el Museo de los Niños (antigua Penitenciaría), la antigua Botica Solera, Banco Central de Costa Rica, Banco Nacional, entre otros, y zonas de mercados como el Mercado Central y Mercado Borbón.
El edificio de la antigua Botica Solera, cuenta con un diseño inspirado en el edificio Flatiron en Manhattan, Nueva York. La fachada sur del edificio colinda la zona de intervención, mismo que jugó un papel crucial en el proceso de diseño del nuevo proyecto, desde sus años de apogeo comercial, su período de decadencia y su auge como patrimonio arquitectónico y cultural por medio del proyecto Centro Multicultural Botica Solera.
La Dirección de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de San José en su Ficha de Información Distrital 2022, expone la situación actual del distrito la Merced, el cual cuenta con un porcentaje bajo de metros cuadrados por habitante de áreas de uso público, con respecto al cantón, 8m² por habitante, mientras el cantón tiene 13m² de áreas de uso público por habitante. Esta escasez de espacios públicos se puede ver reflejado en los índices de seguridad que apuntan a un incremento en la inseguridad, principalmente, por robo. Esta situación requiere de una implementación en la cantidad y calidad de espacios públicos, y el compromiso de los desarrollos privados en la generación de ciudad.
SOLUCIÓN
El edificio se compone de tres volúmenes, donde el volumen norte, colindante con la antigua Botica Solera, en sus siete plantas contiene un programa de actividades basado en el comercio terciario, principalmente oficinas, con algunas sodas y cafeterías. El volumen sur, que colinda con la terminal de buses 710, ofrece un programa de uso mixto, siendo comercial hasta el séptimo piso y habitacional hasta el decimosexto piso. Por último, el volumen central encargado de organizar el flujo de usuarios hacia el edificio y extender las zonas públicas.
Canopy urbano.
En el proceso de análisis del lugar se identifica una problemática de seguridad peatonal a causa de la intersección de 4 flujos vehiculares entre calles y avenidas que amenazan el desplazamiento de usuarios, principalmente de norte a sur. Por este motivo se decide implementar una pasarela aérea que conecte la zona conflictiva con el proyecto, que luego con la intención de extender los beneficios de esta pasarela se desarrolla otra hacia el sur sobre la terminal de buses 710. Estas pasarelas se conectan con el edificio en plantas diferentes lo que propicia una mejor circulación de usuarios dentro del proyecto.
Planta libre y espacio público.
El proyecto se traza en planta libre, con una configuración estructural de muros de corte y columnas que permiten la liberación del espacio. Conceptualmente la primera planta se comporta como una plaza con la intención de ofrecer la totalidad del terreno como espacio público, exceptuando las zonas de servicios. Un espacio polifuncional con la capacidad de albergar diferentes actividades de manera simultánea.
Anomalía.
Con la intención de generar una disrupción plástica y en el proyecto se genera un volumen perforado que se apoya en ambos bloques, suspendido en el aire. Este módulo "flotante" cumple varias funciones vitales, como envolvente de la circulación vertical, en específico las escaleras, que cuenta con una escala urbana y articula los bloques principales, norte y sur. Además, recibe las ya mencionadas pasarelas aéreas.
El módulo se apoya sobre el cuarto piso y se extiende hasta el undécimo, una vez que inician las unidades habitacionales las escaleras dan lugar a rampas y zonas de descanso públicas con vistas a la ciudad que coexisten con los espacios privados.
CONCLUSIÓN
Para satisfacción de la propuesta presentada, se logra generar un edificio que se abre con versatilidad para albergar, proteger y ofrecer espacios que se diluyen con la urbe, los elementos colindantes, la calle, la escala y el ciudadano. Al permitir la experiencia de poder mirar con mayor permeabilidad genera un sentido de seguridad, pertenencia e interés, así como la interacción del usuario-inmueble.
La interconexión que promueve El Canopy urbano, consigue integrar al transeúnte con los espacios, ofreciendo una experiencia más humana y siendo muestra de el cómo la arquitectura puede ofrecer espacio público sin dejar a un lado al conjunto de dinámicas que en ellas se dan diariamente.