Casa de la Cultura Liberia: Museo Regional El Sabanero
COSTA RICA
Arq. Juan Diego Cárdenas Bolaños
COSTA RICA
Arq. Juan Diego Cárdenas Bolaños
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Juan Diego Cárdenas Bolaños
DISEÑO ESTRUCTURAL: Ing. Daniel Acuña Garcia, Ing. Miguel Francisco Cruz Azofeifa
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Manuel Antonio Masís Vargas
DISEÑO ESTRUCTURAL: Ing. Daniel Acuña Garcia, Ing. Miguel Francisco Cruz Azofeifa
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Manuel Antonio Masís Vargas
El inmueble de la Casa de la Cultura posee una gran importancia dentro de la ciudad de Liberia, no solamente tiene un gran valor arquitectónico, al encontrarse declarado como Patrimonio de Costa Rica; sino que también cuenta con un alto valor cultural e intangible al ser la sede del Museo del Sabanero, figura emblemática en la identidad guanacasteca.
De acuerdo con el inventario arquitectónico de la ciudad de Liberia, realizado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, la Casa de la Cultura se encuentra dentro de la categoría de los inmuebles de Grado de Protección I; esta clasificación incluye aquellos inmuebles de alto valor por la calidad de su solución arquitectónica o por considerarse ejemplos únicos o muy escasos en cuanto a su conservación.
Esta investigación reafirma el valor arquitectónico que tiene la vivienda: de ella podemos rescatar su fiel representación del estilo colonial de la zona y el uso de técnicas constructivas vernáculas, elementos que merecen ser preservados y valorizados.
Por otro lado, pero no menos importante, es el valor cultural e intangible que alberga la casa al ser sede del Museo del Sabanero: actualmente contiene una gran cantidad de material, obras e imágenes que buscan rescatar el conocimiento y la historia de esta figura ganadera tan importante; además de brindar espacios que tienen como objetivo educar, tanto a locales como extranjeros, acerca de la cultura y tradiciones de estas figuras.
La propuesta de intervención arquitectónica en la Casa de La Cultura de Liberia busca, no solamente restaurar y valorizar el patrimonio arquitectónico, sino que también se reactive el uso del inmueble como museo: permitiendo así exhibir el patrimonio cultural e intangible que se encuentra dentro de las figuras del sabanero, la cocinera y la hacienda.
La necesidad de realizar mejoras físicas y espaciales es algo evidente en el inmueble; sin embargo, para que dicha intervención tenga éxito y le permita al museo existir y mantenerse activo, es necesario crear áreas complementarias que le permitan cumplir con su función museográfica de manera adecuada. Además, sumado a estas áreas administrativas, se debe buscar abrir sus puertas a la comunidad, de manera que su función sea flexible y pueda albergar más actividades fuera de las de exhibición, como: talleres, charlas, exhibiciones temporales y actividades comunales
De acuerdo con el inventario arquitectónico de la ciudad de Liberia, realizado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, la Casa de la Cultura se encuentra dentro de la categoría de los inmuebles de Grado de Protección I; esta clasificación incluye aquellos inmuebles de alto valor por la calidad de su solución arquitectónica o por considerarse ejemplos únicos o muy escasos en cuanto a su conservación.
Esta investigación reafirma el valor arquitectónico que tiene la vivienda: de ella podemos rescatar su fiel representación del estilo colonial de la zona y el uso de técnicas constructivas vernáculas, elementos que merecen ser preservados y valorizados.
Por otro lado, pero no menos importante, es el valor cultural e intangible que alberga la casa al ser sede del Museo del Sabanero: actualmente contiene una gran cantidad de material, obras e imágenes que buscan rescatar el conocimiento y la historia de esta figura ganadera tan importante; además de brindar espacios que tienen como objetivo educar, tanto a locales como extranjeros, acerca de la cultura y tradiciones de estas figuras.
La propuesta de intervención arquitectónica en la Casa de La Cultura de Liberia busca, no solamente restaurar y valorizar el patrimonio arquitectónico, sino que también se reactive el uso del inmueble como museo: permitiendo así exhibir el patrimonio cultural e intangible que se encuentra dentro de las figuras del sabanero, la cocinera y la hacienda.
La necesidad de realizar mejoras físicas y espaciales es algo evidente en el inmueble; sin embargo, para que dicha intervención tenga éxito y le permita al museo existir y mantenerse activo, es necesario crear áreas complementarias que le permitan cumplir con su función museográfica de manera adecuada. Además, sumado a estas áreas administrativas, se debe buscar abrir sus puertas a la comunidad, de manera que su función sea flexible y pueda albergar más actividades fuera de las de exhibición, como: talleres, charlas, exhibiciones temporales y actividades comunales