Casa Mangue
COSTA RICA
Arq. Pietro Stagno Ugarte
COSTA RICA
Arq. Pietro Stagno Ugarte
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Pietro Stagno Ugarte, Arq. Luz Letelier Bellalta
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Luis Fernando Ramírez Matarrita
DISEÑO ESTRUCTURAL: Arq. Pietro Stagno Ugarte
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Claudio Soto Gamboa
DISEÑO MECÁNICO: Arq. Pietro Stagno Ugarte
EMPRESA CONSTRUCTORA: Remodelaciones Carlos Solano Nuñez
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 340 m²
UBICACIÓN DE PROYECTO: Bejuco, Nandayure, Guanacaste
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Luis Fernando Ramírez Matarrita
DISEÑO ESTRUCTURAL: Arq. Pietro Stagno Ugarte
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Claudio Soto Gamboa
DISEÑO MECÁNICO: Arq. Pietro Stagno Ugarte
EMPRESA CONSTRUCTORA: Remodelaciones Carlos Solano Nuñez
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 340 m²
UBICACIÓN DE PROYECTO: Bejuco, Nandayure, Guanacaste
Casa Mangue. Localizada en Playa San Miguel, Nandayure, es una casa vacacional definida por una estructura híbrida de concreto y madera, que genera un espacio central abierto de uso común para vivir, jugar y trabajar, conectado con el mar. Se reutilizó la huella de una pequeña casa existente en mal estado, de la cual se recuperaron sus materiales, especialmente piezas de madera, y se conservaron las palmeras existentes, espíritu de esta playa. El uso de pocos elementos arquitectónicos, como concepto, es versátil y flexible en su ciclo de vida, siendo resiliente para múltiples adaptaciones futuras. Se generó independencia del uso de los recintos íntimos: cada dormitorio tiene su propia puerta de seguridad que da al espacio común de reunión semi exterior; lo que permite que múltiples familias puedan compartir el uso de la casa, así como la posibilidad de un alquiler diferenciado. El principio de diseño, es un espacio central tropical fresco, abierto, de doble altura, construido a partir de una estructura de cerchas paralelas de madera, orientada para captar la brisa marina permanente, para así propiciar la ventilación cruzada. Este espacio central, está en conexión con la piscina, larga y angosta, y ha sido delimitada por dos módulos de dos pisos de dos habitaciones privadas cada uno, conectados por una pasarela, lugar también de contemplación, que le da dinamismo al uso y vistas del espacio, y le da carácter a la obra a través de su geometría de soporte tectónico de madera. El concepto arquitectónico, y las cubiertas elevadas y generosas, logran pasivamente un aire fresco al interior de los recintos, no se requiere de aire acondicionado (sólo abanicos), esto permitió eliminar vidrios, y así propiciar una percepción cercana del entorno mayor. Para las ventanas, se utilizaron postigos de madera brusca, como reconocimiento de elementos de construcción vernacular de la zona. Los materiales son simples, locales y pesados para soportar las inclemencias salinas y de humedad; el componente principal es orgánico y renovable: estructura de madera de teca aserrada extraída en Nandayure, ensamblada con platinas artesanales de acero, las cuales fueron galvanizadas para alargar su vida útil. Se usó concreto chorreado para pisos y muebles embebidos, puertas de acero de oxido inhibido para las puertas exteriores, y la cubierta de techo tiene triple superficie, para aplacar la incidencia solar: cielo de tablilla, lámina de hierro galvanizado y teja de barro.