Vivienda transitoria de dos niveles para TECHO Costa Rica
cOSTA RICA
Pamela Cambronero piñeiro
Instituto Tecnológico de Costa Rica
Este proyecto surge de la necesidad de la Fundación Techo Costa Rica de poder proveer un espacio habitacional adecuado a las familias que viven en asentamientos populares localizados en el Gran Área Metropolitana, las cuales presentan características de vulnerabilidad y riesgo social. La vivienda utilizada actualmente por la fundación en Costa Rica tiene una medida estándar de 6.10 m por 3.00 m. A pesar de ser un área pequeña, la vivienda se define bajo la transitoriedad y la emergencia (necesidad tangible e inmediata de refugio) principalmente utilizada como dormitorio. Sin embargo, por la situación de hacinamiento existente dentro de estos territorios, no todas las familias cuentan con el área mínima para realizar la construcción, por lo que la fundación se ve en la necesidad de diseñar una nueva vivienda que se adapte mejor a las dimensiones requeridas. En ese proceso, surge la alianza TECHO y el Instituto Tecnológico de Costa Rica por medio de una práctica profesional en donde se plantea dicha problemática para darle una solución concreta y factible, con la condición de que se ajuste al presupuesto estipulado. Para este proyecto se analizaron distintos factores dando como resultado: 1. Nueva distribución: Se proponen módulos de 1.6 m; ahorrando el desperdicio de madera de una forma considerable y, por ende, se lleva a cabo un ahorro presupuestario. 2. Altura de paneles: Se define de acuerdo al mercado de la madera que es en varas. 3. Disminución de la huella: Se reduce a 3.20 m de ancho por 4.80 m de largo, obteniendo 28 metros cuadrados habitables, lo cual aumenta en un 153%, logrando uno de los principales objetivos. 4. Ventilación cruzada: En el segundo nivel de la vivienda se propone una pared abatible con baranda, el cual incrementa el confort térmico en la vivienda. 5. Espacio habitacional: Se aumenta el espacio cuadrado por persona, pasando de 3.50 m2 a 5.60 m2. Este diseño contribuye a la mejora significativa de la vivienda, dando una respuesta que dignifica el hábitat de asentamientos informales en el Gran Área Metropolitana. Además, es un pequeño paso para el progreso de zonas en condiciones irregulares y de vulnerabilidad; por lo que su impacto es tangible al responder a las problemáticas del territorio de manera integral, lo cuál va más allá del espacio habitable, procurando la articulación entre diferentes actores que inciden en la sociedad costarricense.