Hotel Boutique
COSTA RICA
Arq. Maricruz Miranda López
COSTA RICA
Arq. Maricruz Miranda López
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Maricruz Miranda López, Arq. Elías González
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Esteban Arias
DISEÑO ELÉCTRICO: MP ingenieros
EMPRESA CONSTRUCTORA: Proyecto no construido
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 8736 m²
UBICACIÓN DE PROYECTO: Guatuso, Alajuela
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Ing. Esteban Arias
DISEÑO ELÉCTRICO: MP ingenieros
EMPRESA CONSTRUCTORA: Proyecto no construido
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 8736 m²
UBICACIÓN DE PROYECTO: Guatuso, Alajuela
El diseño, debe ser una herramienta que nos ayuda a navegar el cambio. Los últimos dos años nos han forzado a considerar con mucha más fuerza que antes, cómo se utilizarán nuestros proyectos en 10 o 20 años. Sabiendo que el cambio es la única constante, las construcciones no deben de considerarse como algo fijo, rígido, inmutable; por el contrario, deben de volverse fluidas, adaptables, considerando el tiempo y la resiliencia como factores importantes en la ecuación del diseño. Por tanto, con este pequeño hotel boutique nos hemos preocupado por confrontar más al sistema, más que al mismo producto final. Hemos hecho esto batallando contra la creación de espacios que sean “meramente visuales”. Una de las concepciones más erradas del diseño y en especial de la arquitectura, es creer que su experiencia viene primordialmente de sólo uno de nuestros sentidos, la vista. Las redes sociales, juegan un papel crucial en reforzar esta idea. Antagónicamente, cuando imaginamos un espacio, usualmente cerramos los ojos. El poder que tienen nuestros otros sentidos en percibir, experimentar un espacio y generar experiencias, son parte esencial de cómo procesamos la información y ultimadamente de cómo verdaderamente utilizamos ese espacio y lo registramos en nuestras memorias. En este hotel boutique, conformado por una recepción, restaurante, spa y suites, hemos creado espacios abiertos para ser respirados, por medio de amplias puertas corredizas y ventanales; texturizados para poder ser sentidos, por medio de materiales como concreto corrugado por medio de formaletas; con una alta captura de los sonidos orquestales de aves, olores a tierra fértil y variantes de luz mística que emite el bosque, por medio de proyecciones arquitectónicas que se estiran hacia la abundante naturaleza muy cercana a las edificaciones, generando así, un proyecto que pueda ser degustado y no sólo visto. El buen diseño, aquel que perdura y estimula los sentidos, es capaz de generar hábitos, de revitalizar, de conectar, no sólo con su contexto, también con circunstancias imprevistas que el tiempo nos da, evitando que aquello construido se vuelva anticuado, o peor aún, inútil. Nuestros espacios, por tanto, deben ser flexibles, deben de evolucionar, de perdurar con resiliencia y crear nuevas oportunidades para ser experimentados a través de todos nuestros sentidos y poder así, navegar ese cambio.