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COSTA RICA
Estudiantes:
Kevin León Robles
Daniel Alejandro Villegas Sibaja
Universidad de Costa Rica
COSTA RICA
Estudiantes:
Kevin León Robles
Daniel Alejandro Villegas Sibaja
Universidad de Costa Rica
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 160 m2
UBICACIÓN DE PROYECTO: Casona Ojo de Agua, Dota, Cartago
UBICACIÓN DE PROYECTO: Casona Ojo de Agua, Dota, Cartago
La rehabilitación de la casa Refugio Ojo de agua, representa un acercamiento a la construcción vernácula y a la sensibilidad con lo existente. Este refugio se ha convertido en un testigo en el tiempo, testigo que brindó un gran servicio a los colonizadores y viajeros hacia la zona sur del país, por lo que la principal premisa de esta propuesta es utilizar la arquitectura como un medio para permitir la continuidad del pasado sin desvirtuar sus huellas, historia y memoria.
La estrategia de intervención interna de la casona se fundamenta en utilizar los muros existentes de bahareque (estereotómico) como un perímetro contenedor de lo nuevo (tectónico), con un distanciamiento prudente entre ambos que representa la articulación de distintas épocas y convierte lo existente en el verdadero protagonista del espacio. La calidez de los materiales compensa la frialdad del sitio y hace de este, un espacio de llegada, cargado de una atmósfera reflexiva y de contemplación. Además como anexo a la casona, se plantea un elemento de transición que emplea los mismos principios de barras y planos, una envolvente que se encuentra separada de su estructura contigua y que busca generar una dicotomía entre la pesadez de la casona y la ligereza de lo propuesto.
Con la inclusión de alojamientos temporales para científicos y eco turistas en un plano inferior al de la casona, se busca no solo respetar la jerarquía visual de la misma, sino también garantizar un confort térmico óptimo. La estructura principal de este complejo está construida principalmente en madera, y en su fachada larga se ha reinterpretado el concepto del "Muro Trombe", utilizando bahareque y láminas onduladas translúcidas como una estrategia efectiva de calefacción pasiva. En conjunto, estas intervenciones demuestran cómo la arquitectura puede ser un medio para preservar el pasado y promover la sostenibilidad en el presente.
“He aquí las huellas cansadas de muchos viejos, jóvenes y niños que llevaban en sus pechos la ilusión de llegar a sembrar la historia del pueblo del valle del general. Aquí, esas huellas firmes en el tiempo custodiadas por la mirada de aquellos que dejaron su último aliento en este páramo, vigilantes eternos de esa marcha gloriosa.” Jinetes del Irazú, Abril 1990.
La estrategia de intervención interna de la casona se fundamenta en utilizar los muros existentes de bahareque (estereotómico) como un perímetro contenedor de lo nuevo (tectónico), con un distanciamiento prudente entre ambos que representa la articulación de distintas épocas y convierte lo existente en el verdadero protagonista del espacio. La calidez de los materiales compensa la frialdad del sitio y hace de este, un espacio de llegada, cargado de una atmósfera reflexiva y de contemplación. Además como anexo a la casona, se plantea un elemento de transición que emplea los mismos principios de barras y planos, una envolvente que se encuentra separada de su estructura contigua y que busca generar una dicotomía entre la pesadez de la casona y la ligereza de lo propuesto.
Con la inclusión de alojamientos temporales para científicos y eco turistas en un plano inferior al de la casona, se busca no solo respetar la jerarquía visual de la misma, sino también garantizar un confort térmico óptimo. La estructura principal de este complejo está construida principalmente en madera, y en su fachada larga se ha reinterpretado el concepto del "Muro Trombe", utilizando bahareque y láminas onduladas translúcidas como una estrategia efectiva de calefacción pasiva. En conjunto, estas intervenciones demuestran cómo la arquitectura puede ser un medio para preservar el pasado y promover la sostenibilidad en el presente.
“He aquí las huellas cansadas de muchos viejos, jóvenes y niños que llevaban en sus pechos la ilusión de llegar a sembrar la historia del pueblo del valle del general. Aquí, esas huellas firmes en el tiempo custodiadas por la mirada de aquellos que dejaron su último aliento en este páramo, vigilantes eternos de esa marcha gloriosa.” Jinetes del Irazú, Abril 1990.