CENTRO CULTURAL LAS CATALINAS
GUATEMALA
Arq. Osmín Isidro de la Maza
GUATEMALA
Arq. Osmín Isidro de la Maza
NOMBRE DEL PROFESIONAL: Arq. Osmín Isidro de la Maza
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
DISEÑO ELÉCTRICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
DISEÑO ESTRUCTURAL: Diego Castellanos
DISEÑO MECÁNICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
EMPRESA CONSTRUCTORA: Grupo de la Maza
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 820 m2
UBICACIÓN PROYECTO: La Antigua Guatemala, Guatemala
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
DISEÑO ELÉCTRICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
DISEÑO ESTRUCTURAL: Diego Castellanos
DISEÑO MECÁNICO: Arq. Osmín Isidro de la Maza
EMPRESA CONSTRUCTORA: Grupo de la Maza
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 820 m2
UBICACIÓN PROYECTO: La Antigua Guatemala, Guatemala
En la principal calle de La Antigua Guatemala, a la vera del Arco de Santa Catalina (el ícono más fotografiado de Guatemala), se encuentra lo que queda del antiguo templo de Santa Catalina Mártir construido en 1613, es hoy un espacio sub utilizado como bodega y basurero, en franco deterioro y su transmisión a futuras generaciones no está asegurada, a pesar de su privilegiada ubicación, de su gran importancia histórica y de los innegables valores patrimoniales que representa, recordemos que La Antigua Guatemala en su conjunto ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación, Patrimonio de América y Patrimonio de la Humanidad en 1979.
Dado el mal uso y el lamentable estado de conservación en que se encuentra la edificación, varias instituciones y la sociedad civil, con la asociación Antigua Viva a la cabeza han solicitado nuestra ayuda para plantear un proyecto que asegure la permanencia del monumento en el tiempo y que genere un nuevo uso acorde a sus valores culturales y a las necesidades del casco histórico de la ciudad. De esa cuenta, se procedió a realizar el diagnóstico mediante un escaneo láser, análisis estructural, levantamiento patológico y demás estudios, previos a plantear el proyecto de conservación y rehabilitación.
Posteriormente, conscientes de que solamente el buen uso puede evitar el deterioro, luego de repetidos talleres y reuniones entre los distintos actores, se definió el programa que, en parte, llenará la ausencia de equipamiento cultural que actualmente presenta el municipio. Nació así el Centro Cultural Las Catalinas que contempla la incorporación de un auditorio, salones de ensayos, un salón multiusos para talleres o conferencias, un área de exposiciones o cafetería, área de taquillas e información al público, todo con sus respectivas áreas administrativas y de servicios.
Para conseguirlo, se planteado la urgente restauración de los paramentos antiguos y se ha diseñado el nuevo Centro Cultural de acuerdo a la ley protectora de la ciudad y en base a criterios internacionales. La intervención es totalmente reversible y discernible, renunciando a la reconstrucción en estilo, evitando caer en una falsificación o engaño y guardando la memoria histórica del monumento como testigo del paso del tiempo y de los eventos sísmicos acaecidos en la ciudad.
El programa arquitectónico para la habilitación estará contenido dentro del cajón monumental sin tocarlo siquiera, incluso la cimentación se hará mediante una losa superficial para evitar daños a posibles vestigios arqueológicos, construido con estructura metálica y muros de cristal que permitirán la visual, desde cualquier lugar del interior, hacia los antiguos muros, para siempre recordar a los usuarios y visitantes el lugar en el que se encuentran y no descontextualizar la nueva obra, aunque su carácter sea liviano y contemporáneo no se podrá evitar o ignorar la potencia de los anchos muros de calicanto. También, respetuosos de la actual imagen urbana de La Antigua, respetando el actual skyline, arraigado en el imaginario de los vecinos, la intervención no sobresale de la línea de fachada del edificio antiguo.
Los beneficios que traerán consigo la conservación y nuevo uso del antiguo templo son indiscutibles, pues además de preservar los valores del lugar, coadyuvará en la creación de más oportunidades laborales, educativas y de desarrollo para ciudadanos y turistas. En resumen, el reciclaje del edificio involucra nuevas opciones culturales en la ciudad, en la búsqueda de fortalecer el turismo, la cultura de paz y sana convivencia, así como promover la difusión y cuidado del patrimonio.
Dado el mal uso y el lamentable estado de conservación en que se encuentra la edificación, varias instituciones y la sociedad civil, con la asociación Antigua Viva a la cabeza han solicitado nuestra ayuda para plantear un proyecto que asegure la permanencia del monumento en el tiempo y que genere un nuevo uso acorde a sus valores culturales y a las necesidades del casco histórico de la ciudad. De esa cuenta, se procedió a realizar el diagnóstico mediante un escaneo láser, análisis estructural, levantamiento patológico y demás estudios, previos a plantear el proyecto de conservación y rehabilitación.
Posteriormente, conscientes de que solamente el buen uso puede evitar el deterioro, luego de repetidos talleres y reuniones entre los distintos actores, se definió el programa que, en parte, llenará la ausencia de equipamiento cultural que actualmente presenta el municipio. Nació así el Centro Cultural Las Catalinas que contempla la incorporación de un auditorio, salones de ensayos, un salón multiusos para talleres o conferencias, un área de exposiciones o cafetería, área de taquillas e información al público, todo con sus respectivas áreas administrativas y de servicios.
Para conseguirlo, se planteado la urgente restauración de los paramentos antiguos y se ha diseñado el nuevo Centro Cultural de acuerdo a la ley protectora de la ciudad y en base a criterios internacionales. La intervención es totalmente reversible y discernible, renunciando a la reconstrucción en estilo, evitando caer en una falsificación o engaño y guardando la memoria histórica del monumento como testigo del paso del tiempo y de los eventos sísmicos acaecidos en la ciudad.
El programa arquitectónico para la habilitación estará contenido dentro del cajón monumental sin tocarlo siquiera, incluso la cimentación se hará mediante una losa superficial para evitar daños a posibles vestigios arqueológicos, construido con estructura metálica y muros de cristal que permitirán la visual, desde cualquier lugar del interior, hacia los antiguos muros, para siempre recordar a los usuarios y visitantes el lugar en el que se encuentran y no descontextualizar la nueva obra, aunque su carácter sea liviano y contemporáneo no se podrá evitar o ignorar la potencia de los anchos muros de calicanto. También, respetuosos de la actual imagen urbana de La Antigua, respetando el actual skyline, arraigado en el imaginario de los vecinos, la intervención no sobresale de la línea de fachada del edificio antiguo.
Los beneficios que traerán consigo la conservación y nuevo uso del antiguo templo son indiscutibles, pues además de preservar los valores del lugar, coadyuvará en la creación de más oportunidades laborales, educativas y de desarrollo para ciudadanos y turistas. En resumen, el reciclaje del edificio involucra nuevas opciones culturales en la ciudad, en la búsqueda de fortalecer el turismo, la cultura de paz y sana convivencia, así como promover la difusión y cuidado del patrimonio.