Folded Villa
Nicaragua
Arq. Mauricio Valenzuela
Nicaragua
Arq. Mauricio Valenzuela
NOMBRE DE PROFESIONAL: Arq. Mauricio Valenzuela
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Valenzuela+Zamora
DISEÑO ELÉCTRICO: Justo Padilla
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Luis Hernández
DISEÑO ESTRUCTURAL: Sergio Obregón
DISEÑO MECÁNICO: Carlos Lainez
EMPRESA CONSTRUCTORA: Valenzuela+Zamora
UBICACIÓN PROYECTO: Intermezzo del bosque, Managua.
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Valenzuela+Zamora
DISEÑO ELÉCTRICO: Justo Padilla
DISEÑO TOPOGRÁFICO: Luis Hernández
DISEÑO ESTRUCTURAL: Sergio Obregón
DISEÑO MECÁNICO: Carlos Lainez
EMPRESA CONSTRUCTORA: Valenzuela+Zamora
UBICACIÓN PROYECTO: Intermezzo del bosque, Managua.
Tensión con el bosque.
El bosque
Si tuviéramos la oportunidad de construir y vivir en el bosque, ¿cómo nos imaginariamos que
sería?. Desde nuestro punto de vista, el bosque es en sí una manifestación arquitectónica, ya
que se trata de un conjunto de transiciones, escalas y recorridos que pueden ser utilizados a
nuestro favor.
La dualidad entre el bosque y la arquitectura no debería resultar compleja. La arquitectura
debería incorporarse al paisaje, pero como otro paisaje en sí y no como objeto. Más allá de
entender la arquitectura como un resultado de mimetismo, el objetivo debería ser crear tensión
en el espacio, donde todo funcione bajo un equilibrio de fuerzas contrapuestas. Con esto nos
referimos a las ambigüedades que existen en la arquitectura: Ligero contra pesado, claro contra
oscuro, natural y construido, por mencionar algunas. Es lo que Le Corbusier mencionó una vez
como la tensión entre la selección natural y la selección mecánica al hablar de la Casa
Curutchet y su relación con los árboles.
La vivienda
Es bajo las premisas anteriores que nace Folded Villa, una residencia privada de 380 m2
ubicada en una localidad que forma parte de una zona boscosa en las afueras de la ciudad de
Managua.
En sus alrededores, el sitio destaca por su densa vegetación, sus árboles centenarios y una
fauna diversa en donde la húmedad, la alta pluviosidad, la penumbra y la neblina están a la
orden del día. Es sin duda alguna, un sitio privilegiado, ajeno al clima caluroso y al movimiento
de la ciudad.
La vivienda se asienta gentilmente en un terreno de pendientes pronunciadas, cualidad que ha
determinado la disposición programática de los espacios interiores y exteriores. A diferencia de
una organización tradicional, donde típicamente se accede al área social por el primer nivel y
se deja lo privado en el nivel superior, Folded Villa lo hace a la inversa. La calle de acceso está
ubicada en la cima del terreno, perpendicular a la ubicación de la vivienda. Mediante una
aproximación oblicua se nos presenta la primera fachada del proyecto, la cual es sin lugar a
dudas la más introvertida de todas, de lenguaje más simple que nos prepara, nos intriga y
también nos engaña.
Entre la palidez de esta fachada destaca el portal de la casa, una puerta pivotante de madera
sólida de escala monumental, como si se tratase de un templo, que es la que nos invita a
entrar.
Una vez dentro, nos recibe el área social como un solo espacio abierto y continuo que conecta
cocina con sala y comedor. La amplitud se ve acentuada con los amplios ventanales que son el
resultado de una adecuada orientación, que permite aprovechar las vistas y los vientos
predominantes logrando la sensación de sentirse entre la copa de los árboles ya que nos
encontramos en un segundo nivel. Es a través de estos ventanales que el comedor y la sala se
conectan cada uno con una terraza exterior y un balcón techado.
Este espacio logra además alcanzar un confort térmico adecuado, gracias a la volumetría
plegada de su techo, la prolongación de sus aleros y la estrategia antigua de dejar salir el aire
caliente que se acumula en el interior.
Para llegar al nivel inferior, donde se ubican los dormitorios, el espacio se comprime y nos
adentra a un pasadizo donde se encuentran las escaleras. La constricción del pasillo nos
apremia al llegar a su final, donde aparece un mezzanine con un tragaluz que baña las paredes
del pasillo que distribuye a las habitaciones y a la terraza principal.
Esta terraza, es probablemente el espacio más dramático de la vivienda. Cubierta de rojo en su
totalidad, la línea entre piso, pared y cielo desaparece y se funden en un solo color. El rojo es
una declaración que delimita el final del espacio construido y el inicio del espacio natural, sutil
pero intencional.
Por fuera, desde la parte posterior de la vivienda, Folded Villa revela su verdadera
personalidad. Haciendo alusión a su nombre, se lee un lenguaje diferente a la fachada de
acceso. Es un lenguaje de movimiento, de diagonales pronunciadas agresivas, que se pueden
apreciar en su techos plegados y la inclinación de sus “patas” rojas. Si bien es estática, las
inclinaciones en los volúmenes inferiores buscan de manera deliberada aparentar adentrarse al
bosque.
Por otro lado, sus fachadas juegan permanentemente a las escondidas con el exterior, que
dependiendo de su orientación y sometiendo a análisis climáticos el proyecto en su etapa de
diseño conceptual, se determinaron las aperturas, cierres, llenos y vacíos, de esta. En unos
casos la vivienda se abre con ventanales, mientras que en otros, un sistema de louvers de
fibrocemento de color rojo y una grama de grises, la protegen de la incidencia del sol directo y
a su vez aportan al efecto cinético de la vivienda.
Para crear la ilusión de ligereza y flotabilidad, se utilizó una losa de cimentación de la que
surgen paredes de mampostería en el primer nivel y en el segundo nivel, un sistema de marcos
con columnas para las paredes y un entrepiso compuesto, cerchas metálicas para cubrir los
grandes claros que demandaba la construcción, que posteriormente fueron cubiertos con
tablaroca. El resultado es una estructura ligera, antisísmica, económica y de rápida
construcción.
El bosque y la vivienda
Folded Villa busca ser una misma con el bosque. Su geometría y la estética del proyecto
generan una tensión con una ductilidad notable. Como Le Corbusier mencionó, ¨la arquitectura
sólo ofrece resultados seguros¨, por lo que hay que recurrir a asociaciones de formas
naturales, con el fin de despertar sensaciones secundarias. La rigidez de la construcción
necesita lo impredecible de las formas de la naturaleza.
El modo en que el árbol acentúa la verticalidad del espacio, el poder tocar la copa de un árbol,
o el mismo sonido del viento entre los troncos, son parte también de la arquitectura. La vivienda
es lo que una vez se pensó, y por fin es, y que sin bosque no sería nada.
Textos
Oscar Zamora/ Valenzuela+Zamora
Fotos
Mauricio Valenzuela/ Valenzuela+Zamora.
____________________________________________________________________________
Arquitectura y construcción: Valenzuela+Zamora
Etapa de diseño: 12/2015 a 5/2016
Etapa de construcción: 8/2016 a 9/2017
Equipo de diseño: Mauricio Valenzuela Lanzas, Oscar Zamora Palacios, Sarahí Baca Herrera, Alan Mayorga Stuart
Visualizaciones: Lester Gutiérrez Gutiérrez
Equipo de construcción: Mauricio Valenzuela Lanzas, Sarahí Baca Herrera, Bryan Tórrez Gonzalez, Rafael Cerda Rojas,
Eddy Jirón
Ingeniería estructural: Sergio Obregón
Ingeniería eléctrica: Justo Padilla
Ingeniería hidrosanitaria: Bryan Tórrez Gonzalez
Director de Proyecto: Mauricio Valenzuela Lanzas
El bosque
Si tuviéramos la oportunidad de construir y vivir en el bosque, ¿cómo nos imaginariamos que
sería?. Desde nuestro punto de vista, el bosque es en sí una manifestación arquitectónica, ya
que se trata de un conjunto de transiciones, escalas y recorridos que pueden ser utilizados a
nuestro favor.
La dualidad entre el bosque y la arquitectura no debería resultar compleja. La arquitectura
debería incorporarse al paisaje, pero como otro paisaje en sí y no como objeto. Más allá de
entender la arquitectura como un resultado de mimetismo, el objetivo debería ser crear tensión
en el espacio, donde todo funcione bajo un equilibrio de fuerzas contrapuestas. Con esto nos
referimos a las ambigüedades que existen en la arquitectura: Ligero contra pesado, claro contra
oscuro, natural y construido, por mencionar algunas. Es lo que Le Corbusier mencionó una vez
como la tensión entre la selección natural y la selección mecánica al hablar de la Casa
Curutchet y su relación con los árboles.
La vivienda
Es bajo las premisas anteriores que nace Folded Villa, una residencia privada de 380 m2
ubicada en una localidad que forma parte de una zona boscosa en las afueras de la ciudad de
Managua.
En sus alrededores, el sitio destaca por su densa vegetación, sus árboles centenarios y una
fauna diversa en donde la húmedad, la alta pluviosidad, la penumbra y la neblina están a la
orden del día. Es sin duda alguna, un sitio privilegiado, ajeno al clima caluroso y al movimiento
de la ciudad.
La vivienda se asienta gentilmente en un terreno de pendientes pronunciadas, cualidad que ha
determinado la disposición programática de los espacios interiores y exteriores. A diferencia de
una organización tradicional, donde típicamente se accede al área social por el primer nivel y
se deja lo privado en el nivel superior, Folded Villa lo hace a la inversa. La calle de acceso está
ubicada en la cima del terreno, perpendicular a la ubicación de la vivienda. Mediante una
aproximación oblicua se nos presenta la primera fachada del proyecto, la cual es sin lugar a
dudas la más introvertida de todas, de lenguaje más simple que nos prepara, nos intriga y
también nos engaña.
Entre la palidez de esta fachada destaca el portal de la casa, una puerta pivotante de madera
sólida de escala monumental, como si se tratase de un templo, que es la que nos invita a
entrar.
Una vez dentro, nos recibe el área social como un solo espacio abierto y continuo que conecta
cocina con sala y comedor. La amplitud se ve acentuada con los amplios ventanales que son el
resultado de una adecuada orientación, que permite aprovechar las vistas y los vientos
predominantes logrando la sensación de sentirse entre la copa de los árboles ya que nos
encontramos en un segundo nivel. Es a través de estos ventanales que el comedor y la sala se
conectan cada uno con una terraza exterior y un balcón techado.
Este espacio logra además alcanzar un confort térmico adecuado, gracias a la volumetría
plegada de su techo, la prolongación de sus aleros y la estrategia antigua de dejar salir el aire
caliente que se acumula en el interior.
Para llegar al nivel inferior, donde se ubican los dormitorios, el espacio se comprime y nos
adentra a un pasadizo donde se encuentran las escaleras. La constricción del pasillo nos
apremia al llegar a su final, donde aparece un mezzanine con un tragaluz que baña las paredes
del pasillo que distribuye a las habitaciones y a la terraza principal.
Esta terraza, es probablemente el espacio más dramático de la vivienda. Cubierta de rojo en su
totalidad, la línea entre piso, pared y cielo desaparece y se funden en un solo color. El rojo es
una declaración que delimita el final del espacio construido y el inicio del espacio natural, sutil
pero intencional.
Por fuera, desde la parte posterior de la vivienda, Folded Villa revela su verdadera
personalidad. Haciendo alusión a su nombre, se lee un lenguaje diferente a la fachada de
acceso. Es un lenguaje de movimiento, de diagonales pronunciadas agresivas, que se pueden
apreciar en su techos plegados y la inclinación de sus “patas” rojas. Si bien es estática, las
inclinaciones en los volúmenes inferiores buscan de manera deliberada aparentar adentrarse al
bosque.
Por otro lado, sus fachadas juegan permanentemente a las escondidas con el exterior, que
dependiendo de su orientación y sometiendo a análisis climáticos el proyecto en su etapa de
diseño conceptual, se determinaron las aperturas, cierres, llenos y vacíos, de esta. En unos
casos la vivienda se abre con ventanales, mientras que en otros, un sistema de louvers de
fibrocemento de color rojo y una grama de grises, la protegen de la incidencia del sol directo y
a su vez aportan al efecto cinético de la vivienda.
Para crear la ilusión de ligereza y flotabilidad, se utilizó una losa de cimentación de la que
surgen paredes de mampostería en el primer nivel y en el segundo nivel, un sistema de marcos
con columnas para las paredes y un entrepiso compuesto, cerchas metálicas para cubrir los
grandes claros que demandaba la construcción, que posteriormente fueron cubiertos con
tablaroca. El resultado es una estructura ligera, antisísmica, económica y de rápida
construcción.
El bosque y la vivienda
Folded Villa busca ser una misma con el bosque. Su geometría y la estética del proyecto
generan una tensión con una ductilidad notable. Como Le Corbusier mencionó, ¨la arquitectura
sólo ofrece resultados seguros¨, por lo que hay que recurrir a asociaciones de formas
naturales, con el fin de despertar sensaciones secundarias. La rigidez de la construcción
necesita lo impredecible de las formas de la naturaleza.
El modo en que el árbol acentúa la verticalidad del espacio, el poder tocar la copa de un árbol,
o el mismo sonido del viento entre los troncos, son parte también de la arquitectura. La vivienda
es lo que una vez se pensó, y por fin es, y que sin bosque no sería nada.
Textos
Oscar Zamora/ Valenzuela+Zamora
Fotos
Mauricio Valenzuela/ Valenzuela+Zamora.
____________________________________________________________________________
Arquitectura y construcción: Valenzuela+Zamora
Etapa de diseño: 12/2015 a 5/2016
Etapa de construcción: 8/2016 a 9/2017
Equipo de diseño: Mauricio Valenzuela Lanzas, Oscar Zamora Palacios, Sarahí Baca Herrera, Alan Mayorga Stuart
Visualizaciones: Lester Gutiérrez Gutiérrez
Equipo de construcción: Mauricio Valenzuela Lanzas, Sarahí Baca Herrera, Bryan Tórrez Gonzalez, Rafael Cerda Rojas,
Eddy Jirón
Ingeniería estructural: Sergio Obregón
Ingeniería eléctrica: Justo Padilla
Ingeniería hidrosanitaria: Bryan Tórrez Gonzalez
Director de Proyecto: Mauricio Valenzuela Lanzas