APARTAMENTOS INDEPENDENCIA
COSTA RICA
Arq. Christian Vargas Jiménez
COSTA RICA
Arq. Christian Vargas Jiménez
NOMBRE DEL PROFESIONAL: Christian Vargas Jiménez
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. David Gutiérrez y Arq. Christian Vargas
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Sergio Gutiérrez Mora
EMPRESA CONSTRUCTORA: Vargas + Vargas
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 200 m2
UBICACIÓN PROYECTO: Tres Ríos, Cartago, Costa Rica
DISEÑO ARQUITECTÓNICO: Arq. David Gutiérrez y Arq. Christian Vargas
DISEÑO ELÉCTRICO: Ing. Sergio Gutiérrez Mora
EMPRESA CONSTRUCTORA: Vargas + Vargas
ÁREA CONSTRUCCIÓN: 200 m2
UBICACIÓN PROYECTO: Tres Ríos, Cartago, Costa Rica
En lugar de redactar una narración técnica del proyecto, preferimos saber la percepción de un visitante. Por eso le pedimos a una amiga que hiciera una visita y nos contara su experiencia. Estas son sus palabras:
¨Llegar es despertar los sentidos. Desde el primer momento hay texturas, sonidos, vistas. De frente a la calle, libertad. No hay rejas ni tapias que impidan la curiosidad o las visitas inesperadas. En cambio, observo una pared de piedras que, a diferentes horas y luces, causa muchas sensaciones. Una puerta que invita a ingresar.
Subo las escaleras. Me reciben los árboles, con ramas casi invasivas pero que sirven de decoración a la terraza. La apertura a la naturaleza además de bella, no impide la privacidad ni la seguridad.
Detrás de los árboles, las montañas. Amplias, claras, altas, casi imposibles de alcanzar como los ventanales.
Los mismos, revelan el interior de dos espacios, diferentes entre sí, diseñados para la necesidad y personalidad individual, aun estando juntos.
El recorrido por cada uno de los apartamentos es un desafío a la idea tradicional de que cuando se vive en un mismo espacio, todo debe ser igual. Aunque a simple vista la similitud es significativa, son los detalles y texturas de los materiales escogidos, los que crean un contraste y un balance entre lo compartido, lo privado y lo expuesto. Me hacen recordar que todo debe ser muy bien pensado cuando se decide “dejar el nido” y construir un lugar que pueda ser santuario y hogar de quien lo habite.
En ellos es inevitable querer explorar más, para cualquier persona que aprecie la belleza en lo sencillo. Aun estando adentro una se siente parte del bosque vecino, pues de primera entrada los apartamentos invitan a disfrutar la misma vista de la terraza pero con mayor intimidad; casi desde cualquier punto se puede contemplar el cielo, las montañas o los colores de las hojas de los árboles, y las sombras que se escabullen con la luz de la tarde y decoran las paredes del espacio. La sensación principal que he encontrado, es la de paz, tanto en el ambiente natural que abraza la obra humana, como en los espacios internos del lugar. La construcción es una muestra clara de la coexistencia y respeto, sin renunciar a la comodidad y diseño de un lugar hecho a la medida¨.
-Jimena Dorado-
¨Llegar es despertar los sentidos. Desde el primer momento hay texturas, sonidos, vistas. De frente a la calle, libertad. No hay rejas ni tapias que impidan la curiosidad o las visitas inesperadas. En cambio, observo una pared de piedras que, a diferentes horas y luces, causa muchas sensaciones. Una puerta que invita a ingresar.
Subo las escaleras. Me reciben los árboles, con ramas casi invasivas pero que sirven de decoración a la terraza. La apertura a la naturaleza además de bella, no impide la privacidad ni la seguridad.
Detrás de los árboles, las montañas. Amplias, claras, altas, casi imposibles de alcanzar como los ventanales.
Los mismos, revelan el interior de dos espacios, diferentes entre sí, diseñados para la necesidad y personalidad individual, aun estando juntos.
El recorrido por cada uno de los apartamentos es un desafío a la idea tradicional de que cuando se vive en un mismo espacio, todo debe ser igual. Aunque a simple vista la similitud es significativa, son los detalles y texturas de los materiales escogidos, los que crean un contraste y un balance entre lo compartido, lo privado y lo expuesto. Me hacen recordar que todo debe ser muy bien pensado cuando se decide “dejar el nido” y construir un lugar que pueda ser santuario y hogar de quien lo habite.
En ellos es inevitable querer explorar más, para cualquier persona que aprecie la belleza en lo sencillo. Aun estando adentro una se siente parte del bosque vecino, pues de primera entrada los apartamentos invitan a disfrutar la misma vista de la terraza pero con mayor intimidad; casi desde cualquier punto se puede contemplar el cielo, las montañas o los colores de las hojas de los árboles, y las sombras que se escabullen con la luz de la tarde y decoran las paredes del espacio. La sensación principal que he encontrado, es la de paz, tanto en el ambiente natural que abraza la obra humana, como en los espacios internos del lugar. La construcción es una muestra clara de la coexistencia y respeto, sin renunciar a la comodidad y diseño de un lugar hecho a la medida¨.
-Jimena Dorado-