Ciudad Anónima
Marcela Navarrete Herrera
Universidad Veritas
Ubicación del Proyecto: Heredia
Marcela Navarrete Herrera
Universidad Veritas
Ubicación del Proyecto: Heredia
Ciudad Anónima Heredia, Heredia, Heredia; distrito, cantón y provincia del mismo nombre, que definen el punto de origen de su historia y el sitio de estudio en este caso.
Pero, ¿Qué es Heredia? ¿Qué piensan sus habitantes y los del resto del país cuando se menciona su nombre?, es acaso Heredia el equipo de fútbol, Heredia por media calle, o ¿Heredia la ciudad de las flores? La manera en que ha evolucionado la ciudad es lo que hace que estas preguntas sean tan difíciles de responder.
La historia de Heredia se remonta a la construcción de la primera ermita de la zona en la llamada Alvirilla, actual Lagunilla, en 1706. Dicha ermita se traslada posteriormente a donde hoy se ubica la iglesia de la Inmaculada Concepción, siendo primeramente construida en materiales sencillos y techo de paja para luego, en 1736 dar lugar a la actual iglesia y con ella al parque Nicolás Ulloa, el cabildo y los solares circundantes que darían paso a las primeras viviendas.
Los primeros pobladores se enorgullecían de su herencia Española y adoptaron el apellido del Gobernador del reino como nombre de la actual provincia. Otra prueba de este arraigo es la llegada de la independencia en 1821: Al principio los heredianos deciden tratar de permanecer como parte del reino de España, pero al no ser posible tratan de unirse al Imperio Mexicano, del que formó parte Heredia entre 1821 y 1823, hasta su eventual incorporación a Costa Rica en 1823.
Desde 1914 la provincia empieza a implementar nuevos avances, como carreteras nuevas, plantas eléctricas y otros que llevan al crecimiento de la población y la llegada de nuevos comercios e industrias, que empiezan a establecerse en la periferia.
El fenómeno de crecimiento hacia la periferia provoca que el centro de la ciudad sea ocupado por comercios, instituciones educativas y edificios gubernamentales, lo que hace que las temporalidades sean muy cortas y la actividad en la ciudad se acabe después de las 7pm, por lo que Heredia es fácilmente percibida como una zona de paso más que un destino.
Heredia en la actualidad
Heredia como ciudad se percibe como un lugar de paso, a ser evitado en la medida de lo posible debido a la constante congestión vial y a su poco atractivo en cuanto a usos, esto basado en una encuesta realizada a un grupo de 50 heredianos de entre 21 y 65 años, nacidos y crecidos en la provincia.
¿Y qué define a un Herediano? Ser Herediano es una denominación transterritorial y transgeneracional, es decir, transterritorial porque es posible sentirse parte de la provincia sin vivir en el lugar: Este fenómeno se da por la gran importancia que se otorga al deporte en la ciudad, se puede denominar “herediano” a un aficionado apasionado por el equipo local, que celebra con los locales en la provincia cada vez que gana su equipo y comparte las mismas tradiciones pero que no vive dentro de la provincia. Es también de carácter transgeneracional por que se puede heredar el “ser herediano” referido al identificarse con el equipo, los demás seguidores y la ciudad por los abuelos o los padres que hayan inculcado en sus descendientes la afición por el equipo.
Siendo tan compleja la conformación de la ciudad no sólo en cuanto a sus habitantes, sino también por la percepción de los mismos, el principal problema de Heredia como ciudad es el poco arraigo y un sentido de pertenencia confuso que provoca otra serie de problemas como el abandono de ciertas áreas de la ciudad por falta de interés, la contaminación visual y sónica generalizada tanto por los problemas viales como por el descuido del espacio urbano en fachadas, aceras y calzadas. Estas problemáticas no sólo aumentan el desarraigo si no que provocan que los habitantes del resto del país tampoco tengan una imagen positiva de la ciudad.
Entonces, ¿De qué manera puede Heredia como núcleo urbano reforzar el sentido de pertenencia y arraigo de sus pobladores y a su vez continuar el proceso evolutivo de una ciudad dentro del contexto de la globalización?
Para resolver la incógnita hay que retomar la causa del problema: el sentido de pertenencia.
Imagen de la ciudad
El objetivo principal a la hora de resolver la problemática es recuperar y reforzar el sentido de pertenencia de sus habitantes y el vínculo de estos con la ciudad, de manera que se provoque un cambio en la percepción de la misma desde el imaginario colectivo de sus habitantes y que así se promueva el mantenimiento de la ciudad. Esto integrando nuevas intervenciones que amplíen los usos y temporalidades del sitio y transformen la manera en la que se desenvuelve, pasando de ser una ciudad de tránsito a una ciudad destino.
Para lograr esto se debe gestionar la legibilidad del espacio urbano, que se define como la facilidad con la que pueden reconocerse y organizarse las partes del paisaje en una pauta coherente. Esto es necesario debido a la conexión entre el entorno y nuestro pasado, que cobra una importancia emotiva y práctica y que provoca una identificación que facilita el desarrollo de un sentido de pertenencia. O citando a Kevin Lynch en su libro, La Imagen de la Ciudad: “Un escenario físico, vívido e integrado capaz de generar una imagen nítida, desempeña así mismo una función social. Puede proporcionar la materia prima para los símbolos y recuerdos colectivos de comunicación del grupo” (Kevin Lynch, 1998, p.13).
Para mejorar la legibilidad de la ciudad es necesario hacer un análisis completo que identifique sus principales componentes a lo largo de los años. En el caso de Heredia, variables como la evolución histórica, relación con el resto del espacio urbano, presencia y papel dentro de planes de ordenamiento pasados y vigencia actual señalan 20 edificios. Por medio de las variables anteriores y su evaluación en cada caso se resaltan los sitios más importantes, en este caso el Mercado Municipal y la Estación del Ferrocarril, los cuales a su vez se evalúan basados en variables tanto generales como de percepción.
Durante este proceso de selección y evaluación van resaltando ciertas zonas de la ciudad de Heredia como las más urgentes a tratar, ya sea por su estado físico o por su importancia tanto histórica como actual. Estas zonas son fácilmente divididas en 3, en orden de menos a más urgentes de intervenir:
1- El Este, hacia la Universidad Nacional, donde los usuarios de la zona se limitan a alrededor de 3 cuadras desde el campus hasta el oeste. Esta zona consta, además del campus universitario, de sodas, bares, servicios de papelería y oficinas de la universidad que forman un conjunto marcado aparte del resto de la ciudad.
2- El Oeste de la ciudad, hacia el Palacio de los Deportes y el estadio Eladio Rosabal, donde la experiencia de los ciudadanos se limita a eventos deportivos o artísticos y no a las actividades que van antes o después de los mismos. ¿Qué hacen las personas luego de ir a ver un partido de fútbol o antes de ir a un concierto? Comer, relajarse, beber. Actividades de ocio que no se satisfacen en esta zona tan fácilmente como en otras.
3- El Sur, hacia el Mercado Municipal y la Estación del Ferrocarril, donde se concentra la mayor cantidad de paradas de autobús y comercios y donde, según la encuesta realizada, se percibe mayor inseguridad y contaminación en una temporalidad más amplia.
Todas las anteriores se encuentran rodeando la zona central, donde se ubica la Municipalidad, la iglesia de la Inmaculada Concepción de María y el parque Nicolás Ulloa, mismos que conforman la parte más antigua de la ciudad y afortunadamente se encuentran en muy buen estado, tanto físico como funcional.
La propuesta
A partir de los análisis y sus resultados es fácil identificar las principales problemáticas de cada caso y plantear posibles respuestas a las mismas.
En los casos generales por zona, el oeste de la ciudad se encuentra desconectado perceptualmente del resto por una distancia de 5 cuadras que, cambiando o intensificando sus funciones podrían mejorar la interacción entre zonas. Debido al carácter del sector oeste una de las respuestas posibles es promover los negocios gastronómicos (ya existentes, pero en mínimas cantidades, insuficientes para atraer a la población del oeste hacia el centro). El este, hacia la Universidad Nacional, puede interactuar con el centro si se amplía la oferta de servicios estudiantiles tales como librerías especializadas o pequeñas residencias, mismas que promoverían la interacción de los estudiantes con los locales.
El sur por su parte es el área más descuidada y una de las más transitadas tanto por vehículos como por peatones. En este caso la mejor opción es intervenir primero la infraestructura en estado más crítico, de manera en que la percepción de los ciudadanos acerca de esta área vaya mejorando con su legibilidad. Esta infraestructura crítica además se evidencia como resultado de los análisis de variables totales de la ciudad: La estación del Ferrocarril.
Como plan general se propone una reestructuración de las principales vías, la calle 2 y la avenida del Paseo de la Cultura que además de ser las primeras vías históricamente, son, en la actualidad, las más utilizadas y las que dividen los 3 sectores y el centro. Esta intervención responde a la problemática actual del exceso de vehículos y lo angosto de las vías, la mitad de cada calle es utilizada como estacionamiento sin mayor control, otra gran parte se usa como paradas de bus y queda sólo un pequeño espacio para un carril. A esto hay que sumarle el mal estado de las aceras y se convierte en un lugar intransitable, por lo que la propuesta incluye la ampliación de las aceras en sectores donde se pueda evitar los estacionamientos descontrolados, con espacios para buses o transporte de otro tipo que no requiera mucho tiempo. Se seleccionan los lotes baldíos o con menor valor según los mapas del centro de patrimonio que se encuentran en el eje de calle 2 y Paseo de la cultura para ser ocupados como estacionamientos legales y cubrir la alta demanda. En las aceras es necesario implementar señalética que mejore la legibilidad de la ciudad tanto para residentes como para ciudadanos y sustituir el cableado eléctrico actual por cableado subterráneo para, no sólo mejorar la legibilidad, sino para mejorar la percepción que se tiene del recorrido en la ciudad.
Al sur, puntualmente se selecciona la estación del ferrocarril para ser intervenida de lleno y como punto de partida de la totalidad del plan por sus ventajas en cuanto a ubicación, función, temporalidad, usuarios, valor histórico y por sus desventajas en cuanto a infraestructura, mantenimiento y entorno perceptual. El sitio donde se ubica se percibe como inseguro debido al deterioro de las edificaciones circundantes, la estación incluida; a la contaminación y ruta de los buses, a la peligrosidad que conllevan las vías del tren, el alto tránsito y la escasez de aceras apropiadas. Es un lugar que se evita, por lo anteriormente mencionado y la contaminación sónica de todos los tipos de transporte, siendo el tren el mayor contaminante con hasta 100db cuando toca la bocina.
Actualmente la estación se encuentra sucia, con elementos incongruentes a su estructura original y en un avanzado estado de deterioro por lo que es necesario una restauración completa del exterior. Se mantiene el tipo de tablilla de madera, pintada de blanco. Las aperturas de puertas originales en madera se mantienen con puertas y ventanas del mismo estilo y se remueven los accesos clausurados donde se ubican puertas metálicas. Se corta una sección de la cubierta y del cielo raso de la boletería, donde se ubicarán cerchas del mismo estilo que en el resto de la estación, pero en un material que es 2/3 partes formado por minerales derivados de la bauxita y 1/3 parte de acrílico. Este material conduce la luz muy eficientemente y es más resistente que otros materiales similares. La función de estas cerchas en este material es que sirvan de conector entre el anexo y la estación y que funcionen por la noche como una lámpara urbana que añada sensación de seguridad al sitio y sirva como punto de referencia, mejorando la navegación de la ciudad en esta área específica. A nivel de espacio interno precisamente es necesario acondicionar un área apta para la espera del tren, ya que actualmente los pasajeros esperan afuera, sentados en el borde de la acera o de pie por hasta media hora junto con los pasajeros de los buses que usan el costado norte de la estación como paradas. Este fenómeno no permite el tránsito de peatones, añade peligro al área y afecta negativamente la imagen del lugar.
Además, al este de la estación se encuentra un lote desocupado de 10 metros de cada lado, mismo que está cercado y sin uso, por lo que se plantea un anexo a la estación que la conecte funcionalmente con el resto de la ciudad. Este funcionará como apoyo a las actividades de la ciudad en general, en el proyecto dará más amplitud a las temporalidades de uso del área de la estación al añadir un programa diferente. Estará constituido por marcos estructurales sostenidos por 4 columnas de concreto en L de 1,4m x 1,4m x 60cm x 80cm encargadas de resistir las vibraciones del tren y la sismicidad característica del país. Los cerramientos serán en vidrio fotovoltaico laminado doble de seguridad, endurecido y adaptado para aislamiento térmico y acústico. Esto debido a que debe resistir las vibraciones del tren y da protección al espacio en cuanto a iluminación y temperatura. Estos vidrios irán con una separación de frente entre sí de 20cm cada uno, siendo los vidrios en el nivel 1 los más pegados a la estructura, y los del nivel 3 los más alejados, con 45cm de separación, esto para permitir el paso del viento y garantizar una correcta ventilación natural. Cuenta con accesos por escaleras y por ascensor, facilitando el ingreso de todo tipo de usuarios y el fácil traslado de piezas de arte y equipo. Las cubiertas se asemejarán a las de la estación, con 21° de inclinación a 4 aguas para hacer referencia a la misma.
Al exterior de la estación se deben ampliar las aceras y ubicar un paso peatonal apropiado, pero además se sugiere el uso de la piedra patrimonial que actualmente se remueve de las aceras del centro, de modo que esta no se pierda y se mantenga dentro de la ciudad (actualmente hay alrededor de 900 metros cuadrados de dicha piedra en las aceras del centro y no sería necesaria toda para el exterior de la estación). También se plantea una pequeña franja verde que dé lugar a árboles autóctonos de la provincia, esto debido a la gran importancia histórica que les dan los ciudadanos a las áreas verdes (desde los problemas con el abastecimiento de agua y electricidad). También es urgente mejorar la iluminación del sitio.