Casa De La Cultura
Carlos Bermudez Toruño
COSTA RICA
Universidad Latina de Costa Rica
¿Por qué merece perdurar la arquitectura? En la antigüedad, la trascendencia era más importante que la
vida misma. El dejar una huella que sobrevivieran a lo largo del tiempo tenía una importancia filosófica,
religiosa y hasta existencial. La rigurosidad del hombre por ser recordado consolida simbolismos
majestuosos. Pero la solidez es contraria a la flexibilidad, la cual caracteriza al ser humano, un ente
evolutivo que está en constante transformación.
Actualmente la arquitectura se observa como una entidad a la cual debe adaptarse el ser humano. Esto, a
grandes rasgos, se determina como el problema. Sin embargo, explorar la posibilidad de que esta se
adapte a su usuario quizá sea un esfuerzo de mayor impacto en la longevidad del hábitat humano. Así
mismo, en la reciente era moderna se da la consolidación de” la caja”; entendida como una simplificación
del contenedor espacial arquitectónico. Sus virtudes destacan tanto desde un punto de vista estético, así
como también la inmediatez que esta tiene para proporcionar una solución estandarizada a un problema.
Es por esto que no se descarta, sino más bien se anhela a una evolución más acorde con la naturaleza
flexible del ser humano. Por lo tanto, se parte de “la caja”, como la tipología predominante en el último
siglo hasta el día de hoy. Tomando en cuenta sus múltiples ventajas, como lo son su funcionalidad,
rentabilidad, rápido ensamblaje, capacidad de prefabricación...Así como sus desventajas notables; Como
el poco aprecio que posee la gran mayoría de edificaciones realizadas bajo esta tipología, su rigidez en
cuanto a la adaptación a cambios futuros y su forzosa y costosa readaptación. La premisa plantea
redefinir la tipología de “cajas” de tal forma que responda a programas múltiple, a una mayor flexibilidad
de uso, adaptabilidad a múltiples contextos y la posibilidad de intervención por parte de fuentes externas.
Para lo cual se generan 4 pautas de diseño que permitan posibilitar esto: Estructura modular liviana,
simplificación de sistemas mecánicos, liberación del programa arquitectónico y fachadas articuladas
contextualizadas.
No se busca una solución universal de arquitectura, eso no existe. Sino la posibilidad de un modelo que
cumpla con la función fundamental de la disciplina, que permita mecanismos para adaptarse a múltiples
contextos y a su vez deja campo para la especulación y la incertidumbre. Es quizá una forma más humilde
de aproximarse a la evolución de estas “cajas” consolidadas y glorificadas durante los últimos cien años.
vida misma. El dejar una huella que sobrevivieran a lo largo del tiempo tenía una importancia filosófica,
religiosa y hasta existencial. La rigurosidad del hombre por ser recordado consolida simbolismos
majestuosos. Pero la solidez es contraria a la flexibilidad, la cual caracteriza al ser humano, un ente
evolutivo que está en constante transformación.
Actualmente la arquitectura se observa como una entidad a la cual debe adaptarse el ser humano. Esto, a
grandes rasgos, se determina como el problema. Sin embargo, explorar la posibilidad de que esta se
adapte a su usuario quizá sea un esfuerzo de mayor impacto en la longevidad del hábitat humano. Así
mismo, en la reciente era moderna se da la consolidación de” la caja”; entendida como una simplificación
del contenedor espacial arquitectónico. Sus virtudes destacan tanto desde un punto de vista estético, así
como también la inmediatez que esta tiene para proporcionar una solución estandarizada a un problema.
Es por esto que no se descarta, sino más bien se anhela a una evolución más acorde con la naturaleza
flexible del ser humano. Por lo tanto, se parte de “la caja”, como la tipología predominante en el último
siglo hasta el día de hoy. Tomando en cuenta sus múltiples ventajas, como lo son su funcionalidad,
rentabilidad, rápido ensamblaje, capacidad de prefabricación...Así como sus desventajas notables; Como
el poco aprecio que posee la gran mayoría de edificaciones realizadas bajo esta tipología, su rigidez en
cuanto a la adaptación a cambios futuros y su forzosa y costosa readaptación. La premisa plantea
redefinir la tipología de “cajas” de tal forma que responda a programas múltiple, a una mayor flexibilidad
de uso, adaptabilidad a múltiples contextos y la posibilidad de intervención por parte de fuentes externas.
Para lo cual se generan 4 pautas de diseño que permitan posibilitar esto: Estructura modular liviana,
simplificación de sistemas mecánicos, liberación del programa arquitectónico y fachadas articuladas
contextualizadas.
No se busca una solución universal de arquitectura, eso no existe. Sino la posibilidad de un modelo que
cumpla con la función fundamental de la disciplina, que permita mecanismos para adaptarse a múltiples
contextos y a su vez deja campo para la especulación y la incertidumbre. Es quizá una forma más humilde
de aproximarse a la evolución de estas “cajas” consolidadas y glorificadas durante los últimos cien años.