Centro Integral Oncológico
Lucia Cesare
Costa Rica
Universidad Veritas
Este proyecto fue diseñado para el cantón de San José, Paseo Colón, en septiembre del 2018 -agosto 2019.
Se plantea la propuesta de implementar la arquitectura como un instrumento de cura o articulador terapéutico para pacientes con cáncer y sus familias o sistemas de apoyo. Tomando al paciente no como un portador de una enfermedad sino como una persona que necesita de un espacio que facilite su recuperación o proceso de enfermedad, también se toma como un conjunto al paciente y a su familia, ya que se entiende el importante papel que esta juega en el proceso de personas afectadas con este padecimiento. Así, que este proyecto trata de cómo la arquitectura puede ser un instrumento de cura por medio de estrategias y pautas de diseño que apuesten a un espacio como un facilitador terapéutico, dependiendo de la necesidad, la condición y etapa en la que se encuentren los usuarios.
Las cualidades del ambiente pueden afectar la recuperación de los individuos, o al contrario pueden resultar terapéutica; por ello la arquitectura puede configurarse con el propósito de facilitar y potenciar la recuperación de los pacientes, la arquitectura puede ser un instrumento de cura.
Factores de suma importancia en este caso que a veces pasan desapercibidos pueden ser los colores de los espacios, de la vegetación, de la materialidad y el mobiliario, los olores más que todo de procedencia natural y la temperatura del entorno (cálido o frio) tienen un valor en conjunto, porque un espacio con las adecuadas características pensadas en pro del usuario puede llegar a ser terapéutico o a facilitar la terapia.
Producto de numerosas observaciones e investigaciones la medicina moderna está ampliando su campo de acción sobre la enfermedad; considerando que el aspecto fisiológico del individuo es simplemente una parte limitada en el complejo proceso de curación. Por ello, incluso el concepto de salud ha alcanzado gran complejidad, llegándose a una visión holística, en donde según la Organización Mundial de la salud (OMS) se considera salud, al estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades.
El proceso de curación implica algo más que curar el cuerpo del individuo, incluye también los aspectos psicológicos y espirituales. Si bien el desarrollo tecnológico ha posibilitado el avance de un sin número conocimientos y herramientas médicas que facilitan los tratamientos y diagnósticos físicos de los pacientes, los modernos hospitales muchas veces son lugares ruidosos, caóticos, incluso mal olientes (medicamentos, desinfectantes); la creación de espacios asépticos y adecuados para los procedimientos e instrumentos médicos ha hecho olvidar que el objetivo del hospital es el ser humano que se encuentra vulnerable y enfermo, por ello puede afirmarse sin lugar a dudas, que la inhumanidad de los espacios médicos surge de una limitada visión de las necesidades del ser humano.
Una persona sometida a una enfermedad como el cáncer, se ve expuesta a cambios físicos y mentales que pueden afectar de manera negativa tanto a ellos como a sus familias, sintiéndose indefensos y expuestos, buscando un apoyo en especialistas que los ayuden a combatir esta nueva etapa. Este proyecto busca brindar ese apoyo a las personas que estén pasando por el proceso, sin importar la etapa en la que se encuentren.
El cáncer ha llegado a ser una realidad para muchas personas alrededor del mundo, exponiéndolos a realidades bruscas y frías donde el entorno no está adecuado a sus limitaciones y estados de salud. Costa Rica no sale exento en esta situación, siendo San José una de las provincias con mayor incidencia y mortalidad por sus causas con 4667 muertes en el año 2015 y Limón con el número de incidencia más bajo con 276, el mismo año.
La situación actual de sistema de salud en Costa Rica no es el más apto para situaciones como esta, ya que el tratamiento oncológico se encuentra centralizado dentro del Gran Área Metropolitana (GAM) haciendo que las personas fuera de esta tengan que movilizarse desde zonas periféricas hasta los hospitales centrales, complicando su situación económica y de salud, ya que requieren ambulancias que les brinden los hospitales periféricos para el traslado, y en muchas ocasiones realizan sus viajes en autobuses públicos, haciendo que la condición de salud de estos pacientes se vea comprometida o en algunos casos se dificulta la recuperación de dichos tratamientos.
Por esta centralización de tratamiento es que se busca una solución viable y posible, como la descentralización de los mismos, proyectando de manera periférica estos Centros de salud que se encuentren en cada cabecera de provincia, haciendo que el acceso a ellos sea más fácil y así mejorar la calidad de vida de los pacientes que se encuentran en tratamiento oncológico. Con este proyecto central se pretende generar un modelo a seguir para los centros periféricos secundarios a este, que vendría siendo un anexo de la mega cuadra hospitalaria del Distrito Hospital en San José.
Haciendo así que los propósitos o el fin de este proyecto sean genuinamente como mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentren en momentos vulnerables de salud, tanto física como mental, utilizando conceptos de psicología del color, del olor, las morfologías orgánicas no específicamente curvilíneas sino que respondan a un eje de apoyo, de cobijo al usuario, ya que gracias a estudios se sabe que el uso de curvas o el no uso de vértices fuertes en espacios arquitectónicos logra llevar a las personas a un estado terapéutico por sensación de protección, sensación que se mantiene inconscientemente desde el vientre de nuestras madres, filosofía utilizada en el Sanatorio Antituberculoso de Paimio de Alva Aalto, en Finlandia en los años 1929- 1933, siendo en ese entonces un descubrimiento innovador actualmente respaldado por la ciencia.
En el Sanatorio Antituberculoso de Paimio en Finlandia, se llevaron a cabo varios experimentos, primordialmente en dos campos específicos:
1) La relación entre el individuo y su habitación.
2) La protección del individuo de grandes grupos de personas, y de la presión de la colectividad.
El estudio de la relación entre la persona y su alojamiento, abarcaba la utilización de habitaciones especiales, y en el se analizaba la forma de la habitación, los colores, la luz natural y artificial, sistemas de calefacción, ruidos, etc. Este primer experimento se realizó́ con una persona en la condición más débil posible, una paciente en cama. Uno de los resultados especiales descubiertos consistió́ en la necesidad de cambiar los colores de la habitación. En muchos otros sentidos, el experimento demostró́ que la habitación debía tener una forma diferente a las habitaciones ordinarias.
Esta diferencia puede explicarse del siguiente modo: la habitación ordinaria está concebida para una persona de pie; una habitación para enfermos es una habitación para personas en estado horizontal, y los colores, iluminación, calefacción, etc., deben diseñarse teniendo en cuenta este concepto. Este hecho significa, prácticamente, que el techo debe ser más oscuro, pintado de un color celeste especial, apto para ser la única visión de un paciente reclinado durante semanas. La luz artificial no puede venir de un aplique ordinario fijado en el techo, sino que el principal centro de luz debe provenir de un lugar situado fuera del ángulo de visión paciente. Para el sistema de calefacción de la habitación experimental, se utilizaron radiadores de techo de forma que las radiaciones de calor eran lanzadas a los pies del paciente, quedando la cabeza fuera del alcance directo de los rayos caloríficos.
Asimismo, se consideró́ la posición del paciente para el emplazamiento de las puertas y 12 ventanas. Para evitar los ruidos, una pared de la habitación era absorbente de sonido, y los lavabos (en las habitaciones dobles cada paciente tiene su propio lavabo) se diseñaron especialmente para que el chorro de agua incidiera en la porcelana en ángulo agudo, evitando el ruido de este modo.
La interpretación que se da en un ambiente hospitalario tiene un impresionante efecto sobre la recuperación o la afectación del estado de salud de un paciente. Los sonidos, sensaciones, temperaturas, olores y vistas que se perciban en el hospital o centro de salud se puede asociar fácilmente con la salud o la enfermedad.
Algunas cualidades del entorno y su influencia en el personal tienen una relación directa con la recuperación de los pacientes. Muchos estudios han demostrado que un buen diseño puede disminuir el tiempo de permanencia del paciente en el hospital, reducir la ansiedad, la tensión arterial y el dolor, mejorar la eficiencia y la calidad de atención del personal, reducir los efectos del estrés en pacientes y personal. Por el contrario, las investigaciones han vinculado ambientes pobres en diseño que no ofrecen apoyo psicosocial y entornos acogedores, a efectos negativos tales como una mayor incidencia de estrés, ansiedad, depresión, una mayor necesidad de analgésicos, y estancias hospitalarias más largas.
En la arquitectura factores como el adecuado control de ruido, el bien logrado acceso de luz e iluminación natural, los colores correctos según de psicología de los mismos en los pacientes y la materialidad del entorno, logran hacer que en espacios hospitalarios se reduzcan los errores médicos, se reduzca el tiempo de enfermedad de los pacientes haciendo que estos se mantengan menos tiempo hospitalizados, dando como resultado una reducción de recursos para la institución u hospital.
También la relación que los usuarios y personal medico del centro tengan con el medio ambiente es de suma importancia, el contacto físico o visual puede ser de gran ayuda para estos, por ejemplo, en el ámbito de sensaciones visuales se ha comprobado científicamente que el efecto del sol estimula la glándula pineal, esta glándula detona respuestas positivas en los pacientes, por lo que un ambiente bien iluminado acorta también el tiempo de permanencia de un paciente en el hospital, y también como se menciónó anteriormente mejora la eficiencia del personal médico.
También el discutido tema de las habitaciones individuales versus las habitaciones multi- cama fue pensado y decidido por las habitaciones individuales, ya que esto supone varias ventajas importantes en comparación a las habitaciones dobles, entre algunos beneficios tenemos: de nuevo la disminución de errores médicos, menor ruido, mayor privacidad y confidencialidad del paciente, mejor comunicación del paciente y su cuidador con el personal médico, y claro está mayor satisfacción de atención de los mismos.
Retomando el tema de los beneficios para la salud de la naturaleza (se utiliza la biofilia), podemos decir que el acceso a la naturaleza desde un espacio es variado, puede ser por medio de una ventana, de una puerta, o de una foto, se pueden visitar diferentes entornos naturalezas como un jardín, una fuente, o una plaza. Muchos estudios han relacionado el impacto de la vista de la naturaleza con los beneficios en la restauración del personal y los pacientes, como por ejemplo puede lograr una disminución en el dolor, en el estrés, la ansiedad y también disminuir el tiempo de estadía en el centro hospitalario.
El sentido de control de una persona en su entorno inmediato tiene mucha relación con la adecuada recuperación o reincorporación de un paciente a la sociedad, por eso es que se generan espacios íntimos, privados, de estadía y espacios semi públicos y públicos en diferentes regiones, no aislando al paciente de la sociedad que lo circunda, pero si dándole control de su espacio personal, haciendo que este se incorpore a ella sin importar la etapa del proceso en la que este se encuentre.
En este Centro medico se incorporaron plazas, donde se pretende reunir personas que transiten la zona, personas que visiten pacientes y los mismos pacientes, ya que se cree que las relaciones interpersonales ayudan a sentirse mejor psicológicamente y por consiguiente físicamente, esperando un resultado psicológico en la atención del paciente positivo.
Como se ha venido insistiendo a lo largo de este texto la arquitectura debe partir del entendimiento profundo y particular del ser humano y sus necesidades, adaptándose a este y no obligando al usuario a adaptarse a ella. Logrando espacios que protejan su ser físico y psicológico, al mismo tiempo que satisfaga sus necesidades espirituales.
Como menciona el arquitecto Luis Barragán: “La función de la arquitectura debe de resolver el problema material, sin olvidarse de las necesidades espirituales del hombre” Viéndolo así, se puede crear una arquitectura más humana y digna, que logre entender y solventar un mundo de situaciones que alcanzan a las personas que en un momento determinado de su vida se enfrentar a un padecimiento como el cáncer.
Finalmente se puede concluir que en base a la evidencia científica encontrada y estudiada, las principales cualidades ambientales que aseguran el bienestar del ser humano, son el contacto con la naturaleza y la relación que esta tenga con la arquitectura (boifilia), la estimulación sensorial, el sentido de control, y demás y lo mas importante de entender es que estas cualidades no solo deben de ser aplicadas en arquitectura hospitalaria, sino en arquitectura digna de ser humano.
También, el ser humano tiene sentidos, y estos sentidos no son únicamente receptores pasivos, ya que pueden generar cambios orgánicos o fisiológicos, psicológicos y físicos. Por eso es que los distintos componentes del medio ambiente (luz, color, sombra, aroma, vegetación, etc.) pueden ser empleados en edificaciones hospitalarias para así contribuir en la adecuada recuperación de los pacientes y en espacios humanos y dignos para los trabajadores.
El objetivo de este Centro Integral Oncológico es el ser humano que se encuentra vulnerable o enfermo, este debe de satisfacer integralmente sus necesidades con la finalidad de facilitar o potenciar su recuperación sin importar el estado o la etapa en la que estos pacientes se encuentren. La arquitectura como diseñadora del hábitat humano debe de buscar ser una fuente de salud, bienestar y terapia, ya que se considera la arquitectura como un medio o remedio para llevar a cabo un propósito, que es servirle al ser humano como facilitador, una terapia que sin importar el estado de salud de la persona devuelva calidad de vida a quien la habite.
Se plantea la propuesta de implementar la arquitectura como un instrumento de cura o articulador terapéutico para pacientes con cáncer y sus familias o sistemas de apoyo. Tomando al paciente no como un portador de una enfermedad sino como una persona que necesita de un espacio que facilite su recuperación o proceso de enfermedad, también se toma como un conjunto al paciente y a su familia, ya que se entiende el importante papel que esta juega en el proceso de personas afectadas con este padecimiento. Así, que este proyecto trata de cómo la arquitectura puede ser un instrumento de cura por medio de estrategias y pautas de diseño que apuesten a un espacio como un facilitador terapéutico, dependiendo de la necesidad, la condición y etapa en la que se encuentren los usuarios.
Las cualidades del ambiente pueden afectar la recuperación de los individuos, o al contrario pueden resultar terapéutica; por ello la arquitectura puede configurarse con el propósito de facilitar y potenciar la recuperación de los pacientes, la arquitectura puede ser un instrumento de cura.
Factores de suma importancia en este caso que a veces pasan desapercibidos pueden ser los colores de los espacios, de la vegetación, de la materialidad y el mobiliario, los olores más que todo de procedencia natural y la temperatura del entorno (cálido o frio) tienen un valor en conjunto, porque un espacio con las adecuadas características pensadas en pro del usuario puede llegar a ser terapéutico o a facilitar la terapia.
Producto de numerosas observaciones e investigaciones la medicina moderna está ampliando su campo de acción sobre la enfermedad; considerando que el aspecto fisiológico del individuo es simplemente una parte limitada en el complejo proceso de curación. Por ello, incluso el concepto de salud ha alcanzado gran complejidad, llegándose a una visión holística, en donde según la Organización Mundial de la salud (OMS) se considera salud, al estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades.
El proceso de curación implica algo más que curar el cuerpo del individuo, incluye también los aspectos psicológicos y espirituales. Si bien el desarrollo tecnológico ha posibilitado el avance de un sin número conocimientos y herramientas médicas que facilitan los tratamientos y diagnósticos físicos de los pacientes, los modernos hospitales muchas veces son lugares ruidosos, caóticos, incluso mal olientes (medicamentos, desinfectantes); la creación de espacios asépticos y adecuados para los procedimientos e instrumentos médicos ha hecho olvidar que el objetivo del hospital es el ser humano que se encuentra vulnerable y enfermo, por ello puede afirmarse sin lugar a dudas, que la inhumanidad de los espacios médicos surge de una limitada visión de las necesidades del ser humano.
Una persona sometida a una enfermedad como el cáncer, se ve expuesta a cambios físicos y mentales que pueden afectar de manera negativa tanto a ellos como a sus familias, sintiéndose indefensos y expuestos, buscando un apoyo en especialistas que los ayuden a combatir esta nueva etapa. Este proyecto busca brindar ese apoyo a las personas que estén pasando por el proceso, sin importar la etapa en la que se encuentren.
El cáncer ha llegado a ser una realidad para muchas personas alrededor del mundo, exponiéndolos a realidades bruscas y frías donde el entorno no está adecuado a sus limitaciones y estados de salud. Costa Rica no sale exento en esta situación, siendo San José una de las provincias con mayor incidencia y mortalidad por sus causas con 4667 muertes en el año 2015 y Limón con el número de incidencia más bajo con 276, el mismo año.
La situación actual de sistema de salud en Costa Rica no es el más apto para situaciones como esta, ya que el tratamiento oncológico se encuentra centralizado dentro del Gran Área Metropolitana (GAM) haciendo que las personas fuera de esta tengan que movilizarse desde zonas periféricas hasta los hospitales centrales, complicando su situación económica y de salud, ya que requieren ambulancias que les brinden los hospitales periféricos para el traslado, y en muchas ocasiones realizan sus viajes en autobuses públicos, haciendo que la condición de salud de estos pacientes se vea comprometida o en algunos casos se dificulta la recuperación de dichos tratamientos.
Por esta centralización de tratamiento es que se busca una solución viable y posible, como la descentralización de los mismos, proyectando de manera periférica estos Centros de salud que se encuentren en cada cabecera de provincia, haciendo que el acceso a ellos sea más fácil y así mejorar la calidad de vida de los pacientes que se encuentran en tratamiento oncológico. Con este proyecto central se pretende generar un modelo a seguir para los centros periféricos secundarios a este, que vendría siendo un anexo de la mega cuadra hospitalaria del Distrito Hospital en San José.
Haciendo así que los propósitos o el fin de este proyecto sean genuinamente como mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentren en momentos vulnerables de salud, tanto física como mental, utilizando conceptos de psicología del color, del olor, las morfologías orgánicas no específicamente curvilíneas sino que respondan a un eje de apoyo, de cobijo al usuario, ya que gracias a estudios se sabe que el uso de curvas o el no uso de vértices fuertes en espacios arquitectónicos logra llevar a las personas a un estado terapéutico por sensación de protección, sensación que se mantiene inconscientemente desde el vientre de nuestras madres, filosofía utilizada en el Sanatorio Antituberculoso de Paimio de Alva Aalto, en Finlandia en los años 1929- 1933, siendo en ese entonces un descubrimiento innovador actualmente respaldado por la ciencia.
En el Sanatorio Antituberculoso de Paimio en Finlandia, se llevaron a cabo varios experimentos, primordialmente en dos campos específicos:
1) La relación entre el individuo y su habitación.
2) La protección del individuo de grandes grupos de personas, y de la presión de la colectividad.
El estudio de la relación entre la persona y su alojamiento, abarcaba la utilización de habitaciones especiales, y en el se analizaba la forma de la habitación, los colores, la luz natural y artificial, sistemas de calefacción, ruidos, etc. Este primer experimento se realizó́ con una persona en la condición más débil posible, una paciente en cama. Uno de los resultados especiales descubiertos consistió́ en la necesidad de cambiar los colores de la habitación. En muchos otros sentidos, el experimento demostró́ que la habitación debía tener una forma diferente a las habitaciones ordinarias.
Esta diferencia puede explicarse del siguiente modo: la habitación ordinaria está concebida para una persona de pie; una habitación para enfermos es una habitación para personas en estado horizontal, y los colores, iluminación, calefacción, etc., deben diseñarse teniendo en cuenta este concepto. Este hecho significa, prácticamente, que el techo debe ser más oscuro, pintado de un color celeste especial, apto para ser la única visión de un paciente reclinado durante semanas. La luz artificial no puede venir de un aplique ordinario fijado en el techo, sino que el principal centro de luz debe provenir de un lugar situado fuera del ángulo de visión paciente. Para el sistema de calefacción de la habitación experimental, se utilizaron radiadores de techo de forma que las radiaciones de calor eran lanzadas a los pies del paciente, quedando la cabeza fuera del alcance directo de los rayos caloríficos.
Asimismo, se consideró́ la posición del paciente para el emplazamiento de las puertas y 12 ventanas. Para evitar los ruidos, una pared de la habitación era absorbente de sonido, y los lavabos (en las habitaciones dobles cada paciente tiene su propio lavabo) se diseñaron especialmente para que el chorro de agua incidiera en la porcelana en ángulo agudo, evitando el ruido de este modo.
La interpretación que se da en un ambiente hospitalario tiene un impresionante efecto sobre la recuperación o la afectación del estado de salud de un paciente. Los sonidos, sensaciones, temperaturas, olores y vistas que se perciban en el hospital o centro de salud se puede asociar fácilmente con la salud o la enfermedad.
Algunas cualidades del entorno y su influencia en el personal tienen una relación directa con la recuperación de los pacientes. Muchos estudios han demostrado que un buen diseño puede disminuir el tiempo de permanencia del paciente en el hospital, reducir la ansiedad, la tensión arterial y el dolor, mejorar la eficiencia y la calidad de atención del personal, reducir los efectos del estrés en pacientes y personal. Por el contrario, las investigaciones han vinculado ambientes pobres en diseño que no ofrecen apoyo psicosocial y entornos acogedores, a efectos negativos tales como una mayor incidencia de estrés, ansiedad, depresión, una mayor necesidad de analgésicos, y estancias hospitalarias más largas.
En la arquitectura factores como el adecuado control de ruido, el bien logrado acceso de luz e iluminación natural, los colores correctos según de psicología de los mismos en los pacientes y la materialidad del entorno, logran hacer que en espacios hospitalarios se reduzcan los errores médicos, se reduzca el tiempo de enfermedad de los pacientes haciendo que estos se mantengan menos tiempo hospitalizados, dando como resultado una reducción de recursos para la institución u hospital.
También la relación que los usuarios y personal medico del centro tengan con el medio ambiente es de suma importancia, el contacto físico o visual puede ser de gran ayuda para estos, por ejemplo, en el ámbito de sensaciones visuales se ha comprobado científicamente que el efecto del sol estimula la glándula pineal, esta glándula detona respuestas positivas en los pacientes, por lo que un ambiente bien iluminado acorta también el tiempo de permanencia de un paciente en el hospital, y también como se menciónó anteriormente mejora la eficiencia del personal médico.
También el discutido tema de las habitaciones individuales versus las habitaciones multi- cama fue pensado y decidido por las habitaciones individuales, ya que esto supone varias ventajas importantes en comparación a las habitaciones dobles, entre algunos beneficios tenemos: de nuevo la disminución de errores médicos, menor ruido, mayor privacidad y confidencialidad del paciente, mejor comunicación del paciente y su cuidador con el personal médico, y claro está mayor satisfacción de atención de los mismos.
Retomando el tema de los beneficios para la salud de la naturaleza (se utiliza la biofilia), podemos decir que el acceso a la naturaleza desde un espacio es variado, puede ser por medio de una ventana, de una puerta, o de una foto, se pueden visitar diferentes entornos naturalezas como un jardín, una fuente, o una plaza. Muchos estudios han relacionado el impacto de la vista de la naturaleza con los beneficios en la restauración del personal y los pacientes, como por ejemplo puede lograr una disminución en el dolor, en el estrés, la ansiedad y también disminuir el tiempo de estadía en el centro hospitalario.
El sentido de control de una persona en su entorno inmediato tiene mucha relación con la adecuada recuperación o reincorporación de un paciente a la sociedad, por eso es que se generan espacios íntimos, privados, de estadía y espacios semi públicos y públicos en diferentes regiones, no aislando al paciente de la sociedad que lo circunda, pero si dándole control de su espacio personal, haciendo que este se incorpore a ella sin importar la etapa del proceso en la que este se encuentre.
En este Centro medico se incorporaron plazas, donde se pretende reunir personas que transiten la zona, personas que visiten pacientes y los mismos pacientes, ya que se cree que las relaciones interpersonales ayudan a sentirse mejor psicológicamente y por consiguiente físicamente, esperando un resultado psicológico en la atención del paciente positivo.
Como se ha venido insistiendo a lo largo de este texto la arquitectura debe partir del entendimiento profundo y particular del ser humano y sus necesidades, adaptándose a este y no obligando al usuario a adaptarse a ella. Logrando espacios que protejan su ser físico y psicológico, al mismo tiempo que satisfaga sus necesidades espirituales.
Como menciona el arquitecto Luis Barragán: “La función de la arquitectura debe de resolver el problema material, sin olvidarse de las necesidades espirituales del hombre” Viéndolo así, se puede crear una arquitectura más humana y digna, que logre entender y solventar un mundo de situaciones que alcanzan a las personas que en un momento determinado de su vida se enfrentar a un padecimiento como el cáncer.
Finalmente se puede concluir que en base a la evidencia científica encontrada y estudiada, las principales cualidades ambientales que aseguran el bienestar del ser humano, son el contacto con la naturaleza y la relación que esta tenga con la arquitectura (boifilia), la estimulación sensorial, el sentido de control, y demás y lo mas importante de entender es que estas cualidades no solo deben de ser aplicadas en arquitectura hospitalaria, sino en arquitectura digna de ser humano.
También, el ser humano tiene sentidos, y estos sentidos no son únicamente receptores pasivos, ya que pueden generar cambios orgánicos o fisiológicos, psicológicos y físicos. Por eso es que los distintos componentes del medio ambiente (luz, color, sombra, aroma, vegetación, etc.) pueden ser empleados en edificaciones hospitalarias para así contribuir en la adecuada recuperación de los pacientes y en espacios humanos y dignos para los trabajadores.
El objetivo de este Centro Integral Oncológico es el ser humano que se encuentra vulnerable o enfermo, este debe de satisfacer integralmente sus necesidades con la finalidad de facilitar o potenciar su recuperación sin importar el estado o la etapa en la que estos pacientes se encuentren. La arquitectura como diseñadora del hábitat humano debe de buscar ser una fuente de salud, bienestar y terapia, ya que se considera la arquitectura como un medio o remedio para llevar a cabo un propósito, que es servirle al ser humano como facilitador, una terapia que sin importar el estado de salud de la persona devuelva calidad de vida a quien la habite.