Escuela Musical Con Artes Integradas De Alajuelita
Yuliani Criseidy Camacho Piedra
Costa Rica
Instituto Tecnológico de Costa Rica
Para las comunidades en riesgo social es de gran importancia contar con espacios de dispersión que les permita alejarse del constante ambiente de violencia que sufren; generando un crecimiento personal, colectivo y un futuro prometedor inclusivo.
Alajuelita posee una herencia cultural musical muy fuerte, sin embargo, esta se ha ido perdiendo por los problemas sociales que enfrenta. Este cantón ocupa el puesto 73 del Índice de Desarrollo Humano cantonal de Costa Rica y entre sus problemas se encuentran la pérdida de identidad, carencia de equipamientos urbanos, asentamientos informales, estancamiento económico y desarrollo sin visión futura. Como parte del proyecto Parque de Desarrollo Humano de Alajuelita del Ministerio de Cultura y Juventud, se propone el diseño de una Escuela Musical con Artes Integradas para suplir las necesidades de equipamiento, principalmente para niños y jóvenes en riesgo social en pro del rescate cultural del cantón.
El proyecto se ubica dentro de la finca La Ofelia que posee 22Ha, para la Escuela Musical se destinan aproximadamente 6000 m2. El terreno posee una topografía irregular con la presencia de una quebrada al Norte y Oeste, al Este se encuentra colindancia y al Sur el acceso además de que posee conexión con un Centro de Desarrollo Humano.
Conceptualmente el edificio responde a la fragmentación programática y volumétrica, se separa el programa académico (aulas, administración) del de extensión (auditorio), por medio de un espacio intersticial que vestibula y permite la unificación de ambos programas del edificio. Posee una capacidad para aproximadamente 1000 personas. La distribución arquitectónica se basa en el control acústico de mayor a menor ruido, con intersticios y sistemas de construcción de aislamiento, además se implementan estrategias pasivas para control bioclimático que mejoran el confort de los espacios. Se busca una vivencia directa con el río que atraviesa el proyecto por medio de senderos, orientación de aperturas del edificio, miradores, estaciones de ensayo al aire libre, canales hídricos y biojardineras. Tanto el diseño interno arquitectónico, como el urbano, permite el disfrute de los recursos naturales que lo rodean y en sí del conjunto, con la esencia de mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Para las comunidades en riesgo social es de gran importancia contar con espacios de dispersión que les permita alejarse del constante ambiente de violencia que sufren; generando un crecimiento personal, colectivo y un futuro prometedor inclusivo.
Alajuelita posee una herencia cultural musical muy fuerte, sin embargo, esta se ha ido perdiendo por los problemas sociales que enfrenta. Este cantón ocupa el puesto 73 del Índice de Desarrollo Humano cantonal de Costa Rica y entre sus problemas se encuentran la pérdida de identidad, carencia de equipamientos urbanos, asentamientos informales, estancamiento económico y desarrollo sin visión futura. Como parte del proyecto Parque de Desarrollo Humano de Alajuelita del Ministerio de Cultura y Juventud, se propone el diseño de una Escuela Musical con Artes Integradas para suplir las necesidades de equipamiento, principalmente para niños y jóvenes en riesgo social en pro del rescate cultural del cantón.
El proyecto se ubica dentro de la finca La Ofelia que posee 22Ha, para la Escuela Musical se destinan aproximadamente 6000 m2. El terreno posee una topografía irregular con la presencia de una quebrada al Norte y Oeste, al Este se encuentra colindancia y al Sur el acceso además de que posee conexión con un Centro de Desarrollo Humano.
Conceptualmente el edificio responde a la fragmentación programática y volumétrica, se separa el programa académico (aulas, administración) del de extensión (auditorio), por medio de un espacio intersticial que vestibula y permite la unificación de ambos programas del edificio. Posee una capacidad para aproximadamente 1000 personas. La distribución arquitectónica se basa en el control acústico de mayor a menor ruido, con intersticios y sistemas de construcción de aislamiento, además se implementan estrategias pasivas para control bioclimático que mejoran el confort de los espacios. Se busca una vivencia directa con el río que atraviesa el proyecto por medio de senderos, orientación de aperturas del edificio, miradores, estaciones de ensayo al aire libre, canales hídricos y biojardineras. Tanto el diseño interno arquitectónico, como el urbano, permite el disfrute de los recursos naturales que lo rodean y en sí del conjunto, con la esencia de mejorar la calidad de vida de los habitantes.